Este es el segundo día de protestas por parte de maestros de las escuelas de las dos ciudades más grandes del estado de Oakland en Estados Unidos.
Lo que está exigiendo es un mayor presupuesto estatal en educación pública.
En medio de gritos y carteles “financía nuestras escuelas” y “no nos iremos”, los maestros exigieron en la capital del estado -Oklahoma City- que los legisladores aprueben un paquete de impuestos que recaudarían 200 millones de dólares para el presupuesto escolar estatal.
En todo el estado padres, organizaciones y otros maestros mostraron apoyo a la causa.
Las protestas reflejan el creciente descontento ya que el gasto público escolar ha sido lento o decreciente en Oklahoma. Reuters refiere que el estado ocupó el lugar 47 entre los 50 estados de Estados Unidos en promedio de gasto por alumno y el 48 en promedio de salarios de docentes durante el 2016. Así lo informó la Asociación Nacional de Educación.
De acuerdo con periódicos locales, son cerca de 70 escuelas las que fueron cerradas este martes.
Las huelgas son similares a las ocurridas dos semanas atrás en Virginia Occidental que obligó a los legisladores a votar para aumentar el salario de los maestros.
Incluso docentes en Kentucky protagonizaron huelgas en contra de años de presupuestos estancados o reducidos por una ley controlada por los republicanos. La mayoría ya regresó a sus aulas.
Los maestros en Arizona ya han amenazado acciones laborales similares.
La huelga, que comenzó el lunes pasado, forzó la cancelación de clases para unos 500 mil de los 700 mil estudiantes de escuelas públicas del estado, y registró la participación de hasta 30 mil educadores. Un número similar participó en la protesta de hoy.
De hecho la semana pasada fue aprobada la primera subida de salarios en un cuarto de siglo en Oklahoma: un paquete de ingresos de 450 millones de dólares destinado a aumentar los salarios de los maestros en aproximadamente 6 mil 100 dólares al año.
Pero los maestros dijeron que el paquete les quedó corto y exigieron a los legisladores revertir los recortes en los gastos que fueron los que un principio obligaron a algunos distritos a imponer semanas escolares de 4 días.