Este jueves, 20 de diciembre, podemos decir que ya se escribió el punto final en la última novela mexicana: la elección del nuevo ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). En medio de un intenso escrutinio por los sueldos de los altos mandos del Poder Judicial, el Doctor en Derecho, Juan Luis González Alcántara Carrancá se llevó el puesto con 114 votos a favor.

González Alcántara Carrancá se llevó la victoria en una segunda vuelta porque el Senado no se pudo poner de acuerdo a la primera.

En realidad sí se habían puesto de acuerdo, pues en la mañana superó por más de 70 votos a sus dos competidoras más cercanas, pero no alcanzó los 82 votos necesarios para ser oficialmente elegido. Después de un receso en la sesión, en la segunda ronda el ministro González Alcántara Carrancá —vamos a tener que inventarnos un apodo o solo decirle González— arrasó en las papeletas.

El flamante ministro venía con todo el apoyo de los legisladores de Morena y sus aliados. En la semana, los senadores del partido mayoritario se reunieron en secreto para hacer una consulta interna y elegir al gallo al que todos iban a apoyar.

González Alcántara Carrancá fue presidente del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México en la época en la que AMLO era el jefe de Gobierno. Después, se convirtió en magistrado de la Cuarta Sala Familiar y es ahí donde consiguió uno de sus únicos taches en su currículum. 

Hagamos un resumen de esa pequeña mancha en su expediente: él tenía un amigo que se estaba divorciando y tomó el caso. Su amigo estaba —digámoslo así— acomodado económicamente. Durante los cates legales, la esposa terminó en la cárcel acusada de maltrato y los hijos de la pareja —que tenían una discapacidad— recibieron una pensión 50% menor de lo acordado originalmente gracias al dictamen de nuestro nuevo ministro. Obviamente lo acusaron de tráfico de influencias y de pasarse de lanza, pero hasta ahí quedó el caso.

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Soy Max Carranza y me he pasado la vida rodeado de memes, cultura digital y bastantes horas frente a las pantallas. En el camino me encontré la pasión por abordar los temas sociales más urgentes e intentar...

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