¿Gobierno priista corrupto? Parece redundante, ¿no? Pero ya sabemos a quién se está refiriendo el nada aclamado y sí debatido nuevo líder nacional del PRI, Enrique Ochoa Reza, quien ayer tomó posesión de su flamante cargo.
En su discurso de rigor, el ex encargado de la Comisión Federal de Electricidad, recalcó el hecho de que su partido está obligado a solicitar que los gobiernos corruptos sean destituidos… no le hace que sean encabezados por gente del tricolor. Esto en clara referencia a los “gobers” de Veracruz, Quintana Roo y Chihuahua (Javier Duarte, Roberto Borge y César Duarte, respectivamente) quienes han sido acusados de actos de corrupción y, ahora que están por dejar su cargo, han intentado “blindarse” legislativamente contra futuras investigaciones.
Aunque llegó a la dirigencia nacional del PRI de la misma forma que Manlio Fabio Beltrones (fue el único que se registró como candidato), esta vez la toma de posesión no fue tan lucidora como la de su antecesor, quizás por el hecho de que hace unos años negó ser militante del partido… y ahora ya hasta presidente es. Como sea, Ochoa Reza pidió echarle ganas para las próximas elecciones y no cometer los mismos errores que los llevaron a perder siete de las doce gubernaturas que estaban en disputa: “estamos a tiempo de rectificar”.
Y bien, en lo que se refiere a los gobiernos que -aparentemente- hartaron tanto a los ciudadanos, al grado que optaron por votar por otro partido, el ex de la CFE señaló que “tenemos que ser un partido que señale la corrupción de los gobiernos emanados de nuestras filas, que exija su fiscalización e incluso su destitución”.
A final de cuentas todo pinta para ser puro discurso… así que en lo que se ponen de acuerdo para ver si se entamban a los Duarte y a Borge, para así recobrar un poquito de confianza del electorado, Ochoa señaló que Enrique Peña Nieto seguirá siendo la carta fuerte de los priistas… nomás hay que arreglarle uno que otro detallito. “El mayor activo del PRI es Enrique Peña Nieto. El problema es que no hemos comunicado bien, la política de comunicación ha fallado y es un error la distancia del partido y gobierno”.
