¿Por desobediencia? Pues sí… es que, por ahora, los soldados que dispararon contra el grupo de jóvenes de Nuevo Laredo están bajo investigación de la justicia militar.
Y eso, quién sabe… porque esta información no es oficial, sino recogida de fuentes de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), consultadas por el diario La Jornada. Según el medio, son cuatro los militares que ya están vinculados a proceso.
De acuerdo con La Jornada, los militares responsables de los hechos están bajo dos investigaciones: una del fuero civil y otra del fuero militar. Esta última es la que más rápido se ha movido, ya que logró vincularlos a proceso… aunque no por el asesinato de los jóvenes de Nuevo Laredo, sino por el delito de “desobediencia”, al haber accionado sus armas.
Según las fuentes de la SEDENA consultadas por el diario capitalino, los ahora procesados por la justicia militar estaban a cargo de la artillería con la que estaba equipada el vehículo con el que se interceptó a la camioneta donde viajaban los jóvenes asesinados.
Según la versión de la SEDENA, la madrugada del 26 de febrero, militares persiguieron a un grupo de jóvenes que viajaban a exceso de velocidad en un vehículo sin placas y sin luces encendidas. La persecución terminó en un choque, el cual provocó un estruendo, el cual parece que asustó a los uniformados… porque lo primero que hicieron fue disparar sus armas contra la camioneta.
Si de por sí lo anterior raya en lo ridículo, El País dio a conocer datos de las autopsias que se les realizaron a las cinco víctimas. Uno de ellos recibió 12 impactos de bala, otro 10… pero uno más presentaba señales de haber muerto a causa de un solo disparo asestado en su sien. Es decir, todo parece indicar que fue ejecutado.
Para poner en evidencia el abuso que cometieron los militares en Nuevo Laredo, a lo anterior, se suma el testimonio del único sobreviviente del ataque. Según éste, luego de las ráfagas de balas, escuchó que uno de sus amigos siguió con vida y gritaba pidiendo ayuda. Sin embargo, ésta no llegó: “Los militares decían, ’¡mátenlo, mátenlo!’”
“Luego me preguntaron si quería vivir o morir (…) me dijeron que me declarara culpable, mientras ellos me grababan en vídeo. Que dijera que íbamos huyendo, lo cual no es verdad”, aseguró el joven de Nuevo Laredo en entrevista para El País.