El gobierno de Nueva Zelanda anunció una ley que implicaría erradicar el consumo de tabaco sí o sí. Según la legislación, nadie nacido a partir del 2008 podrá comprar cigarros (legalmente).
¿Cómo? No de manera tajante, sino gradual. Con la nueva legislación (que, según la BBC, se espera se promulgue en 2022), se elevará cada año la edad permitida para comprar cigarros, la cual está hoy marcado en 18. El objetivo es que los que ahora son menores de edad nunca puedan consumir tabaco.
“Queremos asegurarnos de que los jóvenes nunca empiecen a fumar”, señaló la ministra de Salud, la Dra. Ayesha Verall, “por lo que convertiremos en delito vender o suministrar productos de tabaco para fumar a nuevas generaciones de jóvenes. Cuando la ley entre en vigor las personas que tengan 14 años nunca podrán comprar tabaco legalmente”.
Esta medida es parte de una de muchas iniciativas que se han propuesto para disminuir el consumo de tabaco en Nueva Zelanda. Además de la prohibición del cigarro para los nuevas generaciones, el gobierno anunció la reducción de la cantidad legal de nicotina en los productos de tabaco.
También se prevé reducir el número de tiendas que tendrán permitida la venta de cigarrillos… y como no todo es reducción, se aumentará la financiación para los servicios de adicción. Ah, pero las nuevas leyes no restringirán las ventas de vapeadores.
Aunque varios sectores de Nueva Zelanda ven con buenos ojos la medida, otros prevén que lo único que hará será crear un mercado negro alrededor del consumo de tabaco.
Pero eso también lo tienen medido las autoridades de Nueva Zelanda. De acuerdo con The Guardian, el Ministerio de Salud aceptó que las aduanas necesitarán más recursos para hacer cumplir los controles fronterizos y, así, evitar el contrabando.
De cumplir al pie de la letra la nueva legislación, Nueva Zelanda prevé reducir su tasa nacional de tabaquismo al 5% para 2025… luego finalmente desaparecer la adicción, ya que las nuevas generaciones no tendrán acceso a cigarros.
En este momento, el 13% de los adultos de Nueva Zelanda fuman, con una tasa mucho más alta entre la población indígena maorí, donde se eleva a casi un tercio. Los maoríes también sufren una mayor tasa de enfermedad y muerte.