Pues como con la Estela de Luz, la nueva sede del Senado costó «algunos milloncitos» más cara de lo que pensaban que costaría.
Para empezar no sabemos en qué nos conviene que la nueva sede se ubique en Reforma e Insurgentes (al parecer nada, pues las protestas que se dirigen a esta sede – y muchas se dirigirán allá siempre— terminan bloqueando dos de las principales arterias de la ciudad).
Pero bueno, la comisión de Administración del Senado de la República ha dado a conocer, oficialmente, el costo de sus nuevas instalaciones ¿cuánto fue? Pues la módica cantidad de 2 mil 623.1 millones de pesos, es decir, 923.5 millones más de lo que se había proyectado originalmente ya que el costo original era de 1 mil 699.6 millones de pesos.
Según El Universal, en la etapa de construcción de dicha sede, se dieron a conocer datos como la compra de mármol chino para su edificación, la adquisición de sillones italianos de piel para los escaños de los senadores, así como equipo de alta tecnología en el que se incluye el sistema de votación electrónica y el audio usado en eventos de talla mundial.
En deuda
No sólo sabemos el costo, también sabemos que todavía se deben 285 millones. Este monto está sujeto a conciliación supervisora y contratista, según dice el informe.
Pero el senador Emilio Gamboa anunció que no se destinaría un peso más a pagar el inmueble ya que se habían detectado anomalías por 250 millones de pesos.
Además se prevé en dicho informe que en este mes se realice totalmente la entrega-recepción del inmueble.