Apenas Ana Margarita Ríos-Farjat fue elegida por el Senado como la nueva ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) la mayoría de los reflectores se enfocaron en su extraño brinco político, pues pasó de ser la titular del SAT a ocupar este importante puesto en el máximo tribunal. Este viernes, después de escarbarle un poco más su carrera, se prendieron las alarmas: la nueva integrante del Poder Judicial tiene una extraña (y larga) relación profesional con Alfonso Romo, el jefe de la Oficina de la Presidencia.
Y no… obvio Margarita Ríos-Farjat no lo ha reportado en ninguna de sus declaraciones.
Gracias la investigación publicada este viernes en la columna de la periodista Peniley Ramírez, nos enteramos que la carrera profesional de la nueva ministra de la SCJN ha estado ligada durante años a las empresas de Alfonso Romo.
Según los testimonios recabados, el hombre fuerte de AMLO enfocado en echarle la mano con sus relaciones empresariales ha recomendado personalmente a Ríos-Farjat para todos los puestos gubernamentales que ha recibido en los últimos meses y… ya nomás como cerecita en el pastel, hasta han modificado las leyes para que ella pueda acceder a estos ascensos.
La relación entre la nueva ministra y Alfonso Romo
En la declaración patrimonial se puede ver que Margarita Ríos-Farjat aceptó haber sido “asesora jurídica independiente”.
De acuerdo con la investigación de Peniley Ramírez, lo que la nueva ministra no dice es que esas asesorías eran en Vector Casa de Bolsa, una empresa de Alfonso Romo. Las pruebas están al alcance de cualquiera: la propia ministra se presentaba como “abogada” de esta empresa en artículos académicos publicados bajo su firma.
Y espérense… que faltan otras.
Margarita Ríos-Farjat forma parte de la Coalición Anticorrupción de Nuevo León, una iniciativa formada por la Universidad Metropolitana de Monterrey. ¿Y esto qué? Pues es propiedad de la familia Romo y Alfonso es presidente honorario. La nueva ministra también acepta haber sido catedrática de esta misma institución… pero tampoco lo menciona en su declaración patrimonial.
Peniley Ramírez entrevistó a Carlos Urzúa (el primer secretario de Hacienda de la era AMLO) y soltó la sopa sobre la llegada de Ríos-Farjat al Servicio de Administración Tributaria (SAT).
#LaMinistradeRomo mi columna de hoy en @El_Universal_Mx. La recién electa ministra de la Suprema Corte, Margarita Ríos-Farjat, ocultó en su declaración patrimonial que había trabajado para Alfonso Romo, jefe de la oficina de la Presidencia de México.https://t.co/6VJc5w0Enr
— Peniley Ramírez (@penileyramirez) December 6, 2019
Además de mencionar que Alfonso Romo cabildeó personalmente para que Ríos-Farjat llegara a ser la picuda de esta importante institución, recordó que tuvieron que ‘hacer un Taibo’ para que la nueva ministra pudiera entrar a la administración pública. “Ella no tenía ninguna experiencia a nivel directivo en la recaudación de impuestos”, señaló el exfuncionario. “Y al prueba es que para nombrarla tuvieron que cambiar la ley”.
En efecto. El 5 de diciembre de 2018 se quitaron en el Diario Oficial de la Federación (DOF) los requisitos curriculares para la titularidad del SAT y ese mismo día la anunciaron en el puesto.
“Hay alivio en Palacio Nacional”, señala Peniley Ramírez. “Una nueva jefatura llegará al SAT y el presidente no abandona su compromiso con su jefe de oficina (Alfonso Romo)“.