Era de esperarse. Como sucede con muchos de nuestros orgullos nacionales, en cuanto comienzan a cotizarse en el exterior, son inalcanzables para los mexicanos… Ahí está el Jonathan Dos Santos, quien, pese a los esfuerzos de las Águilas, aderezará los partidos de la MLS. Así igual con el aguacate, altamente preciado por los gringos y habitantes de otras latitudes, al grado que ahora es ausente en nuestros tacos placeros.
Bueno, el punto es que ya sea porque cuesta cara su producción y distribución o porque en otras partes lo pagan a mejor precio, el aguacate mexicano en estos momentos está a valores que sólo aquellos que compran huevo pueden pagar. De acuerdo con Milenio, el precio del de hacer guacamole ronda los 90 pesos por kilo, situación que – obviamente – ha hecho caer las ventas 80% a nivel nacional.
Por lo anterior – y para que no se le olvide al mexicano a qué saben – el titular de la secretaría de Economía, Ildefonso Guajardo, comentó que se está analizando la posibilidad de importar el aguacate… al menos durante las temporadas en que los productores exportan en grandes cantidades. A ver si así no sube tanto el precio.
Así es, pese a que nuestros aguacates están buenos y turgentes, en el futuro quizás nos tendremos que conformar con degustar los provenientes de países como Perú y Chile… o de cualquier otro país que integre la Alianza del Pacífico.
“No descartamos analizar, aunque parezca irrisorio, traer aguacates de otras latitudes en los tiempos donde somos tan exitosos en su exportación. Habrá un premio en el mercado por el aguacate mexicano debido a que es tan exitoso en el mercado internacional que está generando presiones sobreprecios en el mercado nacional”, agregó el secretario.
Ni modo, es el precio del éxito, señaló Guajardo, ya que es un hecho que cuando un producto nacional empieza a triunfar en el extranjero, los mexicanos nos quedamos como perro afuera de carnicería… pero bueno, se espera que en los próximos días baje el precio y se haga accesible. O que nos lleguen los magullados… como Dos Santos, nomás espérense a que le den un llegue por allá y en corto lo verán en el Azteca.