Luego de la polémica del año pasado con el otorgamiento del Nobel de Literatura a Bob Dylan, los ojos estuvieron puestos con mayor atención en la decisión de este año y, como ya es tradición, figuró entre los posibles ganadores el escritor japonés Haruki Murakami. Pero de nueva cuenta no se le hizo al best seller y la Academia Sueca determinó que el Nobel de Literatura 2017 fuera para el inglés Kazuo Ishiguro, quien “en novelas de gran fuerza emocional, ha descubierto el abismo bajo nuestro sentido ilusorio de conexión con el mundo”.
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— The Nobel Prize (@NobelPrize) 5 de octubre de 2017
De evidentes raíces japonesas, Ishiguro nació en Nagasaki en 1954, pero a muy temprana edad (5 años) se mudó con sus padres a Reino Unido. Es graduado en Inglés y Filosofía por la Universidad de Kent y estudió Escritura Creativa en la Universidad de East Anglia. Su primer libro fue A Pale View of Hills (1982), el cual – al igual que su siguiente entrega An Artist of the Floating World (1986) – tiene como escenario su ciudad natal, ubicada temporalmente años después de la Segunda Guerra Mundial.
Kazuo Ishiguro has written eight books, as well as scripts for film and television. #NobelPrize
— The Nobel Prize (@NobelPrize) 5 de octubre de 2017
La Academia destaca que los temas recurrentes en las obras del Nobel son:memoria, tiempo y autoengaño. Esto puede notarse con mayor claridad en su novela de más renombre, The Remains of the Day (1989), la cual fue adaptada al cine con Anthony Hopkins dando vida Stevens, un mayordomo cuya obsesión con el deber le impide reconocer su amor por la ama de llaves que trabaja a su lado, interpretada por Emma Thompson.
Un rasgo característico de las novelas de Ishiguro – según la Academia Sueca – es la restringida expresión de sus personajes, no importando la situación en la que se encuentren. También es destacable el uso de elementos fantásticos y evidencia de influencias musicales, como ocurre en la colección de cuentos Nocturnes: Five Stories of Music and Nightfall (2009). Otras de sus obras son Never Let Me Go (2005) y The Buried Giant (2015), esta última una exploración de la relación memoria-olvido, historia-presente y fantasía-realidad, por medio de la historia de una pareja de ancianos que viaja por arcaicos paisajes ingleses, con la esperanza de reunirse con su hijo, al cual no han visto desde hace varios años.
