El día de hoy en el programa de Carmen Aristegui se presentaron varios padres y un sobreviviente de la horrores de Iguala. Las cosas que fueron dichas en el programa son, simplemente, un reflejo de la terrible realidad en la que vive la sociedad mexicana y del mal funcionamiento del Estado mexicano.
Omar García, uno de los sobrevivientes de la masacre y la desaparición de estudiantes, narró la situación en la que vive su comunidad y cómo son las mismas instituciones de seguridad las que están coludidas con el crimen organizado:
«Vengo de una zona donde abunda el narco, la sierra de Guerrero»
«El Ejército mismo le enseñaba a disparar a los niños»
También dijo la razón por la que desollaron el rostro de uno de los estudiantes:
«A Julio César Mondragón lo desollaron porque tuvo la valentía de escupir en la cara al agresor»
Una de las declaraciones más desconcertantes que dijo fue la siguiente:
«Los miembros del Ejército nos dijeron “Denos sus nombres reales porque si no, no los van a encontrar”… No lo entendí entonces, pero ahora tiene sentido»
Por otro lado, el estudiante sabe que ahora las víctimas son blanco de acusaciones que intentan criminalizarlas (como si eso pudiera disminuir lo horroroso del caso):
«No se vale que ahora digan que tenemos vínculos con el crimen organizado»
Pero la criminalización de las víctimas estaba siendo preparada desde antes. Cuando las autoridades los cuestionaron sobre el caso, en vez de hacerles preguntas para saber quién era el culpable, les hicieron preguntas en las que se trataba de ver hasta sus gustos musicales:
«Esa fue una ofensa más grande, nos preguntaron qué música escuchábamos»
Las autoridades les dijeron:
«¿Oigan y por qué escuchan a la trakalosa? Ellos tocan puro narcocorrido»
Omar García preguntó:
«¿Qué muchacho en los barrios pobres de las comunidades rurales de esta nación no escucha narcocorridos si ustedes mismos fomentan la narcocultura por el país?»
Omar estudia para ser maestro y en sus prácticas se da cuenta de la terrible realidad mexicana:
«Soy maestro y si le preguntas a los niños en un aula qué quieren ser de grandes ellos dirán quiero ser narco»
Emiliano Navarrete, el papa de José Ángel (18 años), dijo:
«No soy tan tonto parta creerme esa tontería que divulgan… si estuvieran infiltrados con gente mala, en los autobuses no hubieran estado desarmados. Los narcos tienen mejores armas que los policías. Quieren sembrarle a la sociedad esa idea. Están dando patadas de ahogado… Esos comentarios sobre nuestros muchachos son una ofensa».
Nicolás Andrés Juan, padre de Edgar Andrés añadió:
«Conocemos a nuestros hijos, y en ningún momento [el mío] me ha mencionado nada de eso [del crimen organizado]. Siempre habla de lo que va a estudiar, de sus prácticas. Esa noche yo tuve una conversación con mi hijo, hablamos por teléfono, como a las ocho.
Mi hijo estaba en su cubículo, en la escuela. Me dice, voy a necesitar un apoyo económico. Yo le dije: no lo tengo a la mano, pero mañana hago lo posible por conseguirlo y te lo voy a mandar.
Mi hijo se despidió abruptamente, nos dijo: mañana les marco, tengo que hacer un trabajo. Yo supongo que en ese momento llega la información en la escuela, en la que los reúnen para decires lo que andaba sucediendo. Ya no supe más, hasta las 2 de las madrugada recibo la llamada en la que Omar me dice ¿usted es el papa de Edgar?, le digo que sí y me dice: su hijo está herido, hubo un enfrentamiento con policías y su hijo está herido»
Omar también le dijo que a su hijo le había disparado en la mandíbula.
El señor Nicolás le dijo a Omar:
«”Te pido el favor de que lo auxilies y lo lleves a un hospital”. Me pasó el teléfono y le di ánimos a mi hijo para que soportara. No teníamos suficientes recursos para viajar»
Fue cuando comenzó la pesadilla para él:
«Al llegar a Iguala fue impactante las condiciones en la que estaba»
«Mi hijo estaba sedado por la anestesia, estaba dormido, lleno de aparatos , y las esperanzas de vida que nos dio la doctora fueron mínimas, nos dijo: Prepárense para cualquier cosa»
«Eso fue muy desesperante, angustiante para nosotros como padres»
El abogado especialista en derechos humanos del Centro Prodh, Santiago Aguirre, también estuvo en el programa:
«Se ha pedido que la búsqueda sea fundamentalmente la búsqueda en vida. El tema de las fosas ha dominado no sólo en los medios, sino que también en las investigaciones».
También se ha pedido:
«La asistencia técnica internacional»
Y es que en México existe una gran desconfianza en las instituciones y los padres de familia no creen que sean suficientes sólo los peritajes del gobierno:
«No podemos vivir en un país en el que sea una buena noticia encontrar una fosa con cuerpos y que no sea la de la los compañeros normalistas».
El caso de Ayotzinapa es importante para los ciudadanos mexicanos ya que:
«Debe ser un punto de inflexión, que si hoy desaparecen 43 en Ayotzinapa es que ayer desaparecieron en 5 en Nuevo León, 2 en Tamaulipas [es decir, es algo sintomático de todo el país]»
«Queremos que este caso sea un punto de no retorno, en términos de cómo se procesan las desapariciones»
Uno de los padres insistió:
«Fueron llevados por agentes del Estado, estamos ante un hecho de desaparición forzada que compromete al Estado y ante el cual debe de haber una respuesta de Estado»
Además, dice que en la búsqueda de su hijo, mucha gente se aprovechó y le vendió información (muchas veces falsa):
«Da vergüenza que lucren con el dolor ajeno»
Sobre Solalinde (y después de varias decepciones), don Emiliano llegó a su casa:
«Mi esposa me dijo, está el padre acá [Solalinde]. Yo dije: ojalá y siga ahí cuando yo llegue porque me cansé de que la gente lucre con el dolor ajeno. Todavía este señor viene a decirnos al propio lugar en el que estamos, me dio mucho coraje. Se presentó primero en los medios, no nos gustó, eso no vale para mí».
Sobre que Abarca estaba relacionado con el crimen organizado directamente, expresó:
«Da tristeza porque el Estado mexicano está coludido con esos grupos delincuenciales y pues le pediría aquí a la sociedad que hiciera consciencia y exigiera una limpieza de las estructuras del gobierno.
Que nos unamos y le exijamos al gobierno federal que es su responsabilidad vigilar las estructuras institucionales, porque parece que tienen una fragilidad y que ya no se sostienen para hacer frente al crimen organizado.
Yo creo que sí se puede, si todos los mexicanos nos unimos para hacer de nuestra patria una patria mejor».
Emiliano Navarrete dijo:
«Yo, verdad, pues sigo insistiendo que se agilice la búsqueda de nuestros muchachos. No están desaparecidos, no se fueron solos, fueron llevados en contra de su voluntad. Hay personas que saben dónde los tienen».
«Queremos que nos echen la mano, ya que ha sido algo muy doloroso».
Nos contó cómo es su realidad desde ese día hasta hoy:
«Yo a veces regreso a casa a las 11, 12 de la noche, 1 de la mañana, me da un dolor ¿qué le voy a decir a mis otros dos hijos? ¿que no aparece su hermano? Llego a mi barrio y me parece algo extraño, como si algo me faltara. [Quiero] Pedir la colaboración de todos para encontrar a nuestros muchachos».
Santiago Aguirre añadió:
«Ayotzinapa es el claro ejemplo de que el Estado mexicano tiene un patrón delincuencial»
«Se suman a las miles de desapariciones que se han dado en el país,. En lo técnico debe marcar como un punto de no retorno»
«En lo social hay que ver cómo se procesa. Los padres y estudiantes hacen un llamado a la sociedad para que ya no sean indiferentes y que hagan frente a una realidad de un país en el que cualquiera puede desaparecer»
Aristegui le preguntó a Omar García lo que opinaba sobre que el Ejército Ppopular Revolucionario había hecho público un comunicado que dice que los 43 normalistas fueron entregados a militares en una misión contrainsurgente. Que ellos dicen que es un crimen con matices políticos ya que hay una cercanía geográfica del batallón 27 de infantería con las tumbas clandestinas.
Omar dijo:
«Hay que tomarlo con pinzas»
«Se nos ha tratado de vincular a los diferentes grupos armados, a la guerrilla. Es una opinión más, como la del padre Solalinde, una opinión exterior, todo es posible»
«La opinión pública, la sociedad entera debe saber que hemos tenido conflictos con el Estado. Por matriculas, por plazas, nuestras normales están abandonadas. Lo que queremos decir a la opinión pública es que al levantar la mano contra el Estado, lo hemos hecho a la vez contra la delincuencia organizada. Es una realidad que nos hace temer a cada uno de los compañeros y padres de familia. Cuando la situación cambie, cuando el movimiento se apague, ¿quién nos va a proteger del crimen organizado?»
Añadió:
«La sociedad debe participar en un movimiento civil y nacional pacífico, porque es legítimo. No podemos seguir así, tener noticias diarias de que hay gente que aparece mutilada, muerta, en nuestro país. Mientras nosotros tenemos que guardar silencio, tenemos que hacer como que no pasa nada, porque tememos represalias, porque sabemos que el gobierno no hace nada»
«Llamamos a la sociedad en general a que se sume a este movimiento. Estaremos recorriendo al país en una caravana civil y pacífica para hablar de estos problemas»
«Agradecemos su solidaridad. Esto ha destapado todo un horror que venían tapando y que no querían dejar ver. Lo venían encubriendo y les ha explotado»
«La gente tiene que hacer lo que tenga que hacer para mostrar su indignación»
La última sentencia de Omar es muy interesante:
«Nos acusan de violentos… la violencia siempre ha estado en nuestras calles, frente a nuestros ojos»
Al final, parece que Ayotzinapa es ese punto en el cual la sociedad no debe dar marcha atrás, el mundo nos ha volteado a ver, debemos exigir al gobierno que desmantele lo que cada día se confirma más como un Narcoestado.
