Ucrania está en el centro de la atención mediática, trece personas han muerto y hay más de 200 heridos, hoy ha sido el día más sangriento desde el inicio de las protestas que comenzaron en noviembre de 2013 en Kiev, aquí te explicamos por qué el hartazgo social ha llegado a la violencia.
“Ofreceremos nuestras almas y nuestros cuerpos para lograr nuestra libertad”
Fragmento del himno nacional ucraniano.
Ucrania es un país pequeño (si lo comparamos con México, representaría territorialmente únicamente una tercera parte del país, para darnos una idea, equivale a juntar: Sonora, Chihuahua, Durango y Sinaloa) situado entre Rusia y la Unión Europea, dividido en 24 provincias y una república autonóma. Casi nunca se escucha de ese recóndito lugar, de hecho únicamente 5 acontecimientos ucranianos han trascendido las fronteras internacionales de los medios de comunicación: la revolución naranja de 2004, las “guerras del gas” de 2006 y 2009 y obviamente la Eurocopa 2012.
Hoy, la policía ucraniana irrumpió en el campamento en Kiev (la capital ucraniana) con cañones de agua, granadas de aturdimiento, en el que se encontraban miles de manifestantes, tras una jornada de violentos enfrentamientos que han dejado un saldo de 13 muertos. Los manifestantes intentan mantener su espacio tirando piedras y quemando llantas de autos. Muchos de ellos cantan el himno nacional ucraniano.
Alrededor de 25,000 personas se mantuvieron firmes mientras la policía con megáfonos declaraba el inicio de un “operativo antiterrorista”, posteriormente lanzaron una lluvia de granadas de gas lacrimógeno y de aturdimiento contra los manifestantes, mientras que una segunda línea de policías armados con rifles Kalashnikov avanzó lentamente por el campamento.
Las manifestaciones en la plaza de Euromaidan fueron provocadas en su origen por la decisión del presidente Viktor Yanukóvich de no firmar el Acuerdo de Asociación con la Unión Europea y por la represión policial de los manifestantes pacíficos, estas protestas fueron pacíficas durante meses, hasta que se produjeron los primeros choques violentos entre manifestantes y policía, el 19 de enero.
A partir de entonces, durante semanas, manifestantes radicales se han enfrentado con la policía, el tono de las protestas se ha ido haciendo más bélico y ya es habitual ver a personas con atuendo militar y armas domésticas.Hay dos momentos que distinguen este conflicto: el incremento de las protestas violentas y la evolución de las demandas de los grupo de oposición, al día de hoy piden la renuncia de su presidente: Viktor Yanukóvich
¿De dónde viene el descontento social actual?
El 21 de noviembre de 2013 se anunció de la retirada de Ucrania de las negociaciones para integrarse a la Unión Europea lo que generó una serie de protestas en el país, principalmente en Kiev.
El primer momento tuvo lugar la madrugada del 30 de Noviembre, cuando los conocidos como Berkut (policías antidisturbios) desalojaron la plaza de la Independencia de Kiev de forma muy violenta, provocando decenas de heridos, escenas de pánico y descontento por parte de la población.
Horas más tarde, alrededor de un millón de personas salieron a protestar a la misma plaza contra los abusos policiales, el gobierno y el presidente, además se pidió la renuncia de Yanukovich (solicitando nuevas elecciones) y una reforma constitucional. Durante las semanas posteriores las movilizaciones continuaron, con algunos estallidos de violencia esporádicos, perdiendo progresivamente intensidad.
¿Por qué la protesta pacífica se volvió violenta?
Esta radicalización se dio porque el Gobierno ignoró sus demandas y reprimió de manera violenta a los manifestantes. La aprobación de un paquete legislativo que representaba una grave violación de las libertades cívicas y políticas (¡así es! como aquí con el atorón que nos dieron con las reformas ), fue la gota que derramó el vaso.
El 16 de enero se produjo el segundo momento clave, cuando el parlamento ucraniano aprobó una “ ley anti-protestas” para reprimir y perseguir los manifestantes que se habían movilizado durante las últimas semanas. Dicha ley prohíbe cubrirse la cara y la cabeza con cascos, bufandas o máscaras en el transcurso de una manifestación, considera como ilegales las caravanas de protesta de más de cinco coches, autoriza los juicios en ausencia de los imputados, prevé la censura en Internet y protege legalmente los Berkut con una impunidad casi total en sus actuaciones (es decir, reafirman el monopolio legítimo de al violencia).
La ley fue aprobada mediante una polémica votación a mano alzada, las movilizaciones volvieron a ganar fuerza y virulencia, esta vez con una violencia nunca vista en el país durante las últimas décadas. Las reivindicaciones actuales (ya no tienen que ver con la entrada a la Unión Europea) se centran pedir que se retire la ley anti-protestas” y la dimisión de los oficiales y miembros del gobierno responsables de la represión.
El problema de raíz.
El presidente domina todas las estructuras de poder del país (tribunales, agencias, hacienda, etc) las cuales utiliza para lograr sus objetivos políticos y económicos, así como para debilitar sus rivales. Destaca el uso que ha hecho de puestos de poder para beneficiar los intereses de su círculo más cercano, conocido como “familia”, formado por las personas más leales al presidente, sobre todo sus hijos Oleksandr y Víktor. Este pequeño grupo, aprovecha su situación privilegiada para expandir su riqueza de manera fraudulenta, a menudo haciendo un uso ilícito del presupuesto.
El problema de raíz es una cuestión de pérdida de gran parte de la legitimidad política conseguida con la victoria de 2010. Hay una división étnica en Ucrania, así que el hecho de que buena parte de la élite dominante provenga del conocido como Clan de Donetsk, ha generado animadversión hacia aquellos territorios, porque los ven como rusos que como ucranianos.
¿Cómo reaccionó el gobierno?
Para ganar tiempo e intentar calmar a los manifestantes lo que el presidente hizo fue proponer a los sus principales opositores Vitali Klitschko y Arseni Yatsenyuk su entrada en el gobierno, así como una reforma de la constitución de carácter parlamentarista. Los líderes de la oposición lograron que el presidente Yanukóvich negociara con ellos, el Parlamento revocó las leyes aprobadas y el primer ministro, Mikola Azárov, renunció, junto con todo su gobierno.
El Gobierno ucraniano, Rusia y los medios de comunicación hegemónicos, presentan al movimiento como un grupo de extremistas y terroristas. Oficialmente se dice que los responsables de la toma de edificios oficiales en todo el país son militantes de la parte occidental y que los manifestantes muertos fueron por disparos de francotiradores de una organización de extrema derecha. Los llaman “los extremistas de Ucrania occidental”
El gobierno quiere fomentar la división del país entre este y oeste, están interesados en calificar a los manifestantes como extremistas para justificar la represión y las medidas violentas ante el resto del mundo.
¿Cómo contrareaccionaron los manifestantes?
La oposición creó instituciones paralelas (Una versión más organizada del gobierno legítimo de AMLO en 2006): un consejo popular, un gobierno popular y unas fuerzas de autodefensa, obtuvieron respuesta en 14 de las 24 regiones, que crearon sus propios consejos.
En el movimiento de resistencia (como en cualquier movimiento) hay distintos grupos: gente de extrema derecha y de extrema izquierda, hinchas de fútbol, de hecho más del 90 por ciento de los protestantes no pertenece a ningún partido político, simplemente no creen que sea posible derrocar el régimen con protestas pacíficas.
Durante las manifestaciones, las fuerzas antidisturbios han llevado a cabo detenciones ilegales, secuestros y agresiones a activistas cívicos. En especial actúan contra los periodistas, para intentar ocultar la verdad de lo que ocurre. Los tribunales dictan sus fallos basándose en pruebas falsas y testigos parciales. (¿Les suena familiar?).
Ucrania no es una guerra civil, sino un conflicto entre quienes desean vivir en un país libre y los miembros de un gobierno corrupto que defienden el statu quo porque les garantiza su inmunidad y su enriquecimiento personal. Con el fin de mantenerse en el poder y justificar sus medidas represivas, el régimen de Yanukóvich intenta convencer a todo el mundo de que los millones de ucranianos que se manifiestan son un grupo de extremistas patrocinados desde el extranjero o pagados por la oposición para llevar a cabo un golpe de Estado.
El peligro de un enfrentamiento entre grupos rebeldes y el presidente es inminente. El resultado de un enfrentamiento violento parece una conclusión inevitable, y las consecuencias pueden ser fatales para todos los ucranianos.