La Unidad de Fiscalización del IFE confirma el uso de monederos Monex durante la campaña presidencial de Enrique Peña Nieto.
Lo veíamos venir, y por más que los movimientos parecían sospechosos desde un principio, no fue sino hasta el día de hoy que el Instituto Federal Electoral confirmó que el Partido Revolucionario Institucional entregó 7 mil 851 tarjetas Monex durante la campaña presidencial de Enrique Peña Nieto, de las cuales 7 mil 727 presentaron movimientos por un monto superior a los 44 millones de pesos.
Pese a que el PRI negó en repetidas ocasiones cualquier tipo de relación con Monex el informe la Unidad de Fiscalización del IFE confirmó el uso de 50 millones de pesos que fueron repartidas en estos monederos, aunque eso sí, según las autoridades electorales, no se trató de movimientos irregulares y esto es lo que dice su informe:
“Los recursos erogados a través de este medio financiero constituyeron gastos operativos de campaña ya que se actualizaron primordialmente, durante el periodo de campaña a nivel federal.
Ello es así, toda vez que el partido contrató una estructura de más de 7 mil personas, desempeñando funciones que se vinculan al proceso electoral federal inmediato anterior, existiendo indicios de haber desempeñado funciones para la promoción del voto”.
Será el próximo miércoles cuando el Consejo General del IFE retome el tema y de acuerdo con diversos analistas políticos, se prevé que ese mismo día se anuncien las sanciones económicas que se impondrán a la Coalición por México, conformada por el PRI y PVEM, por rebasar los topes de campaña en las elecciones presidenciales del 2012.
El tema, me parece, no es que sean 5, 10, 50 o 100 millones de pesos con los que el IFE castigue a estos dos partidos por rebasar los topes de campaña, sino la penosa realidad que nos demuestra, y es que pese a que el propio IFE confirma que la Coalición por México hizo trampa al rebasar topes de campaña, Enrique Peña Nieto seguirá siendo Presidente de la República, y muy seguramente el Partido Revolucionario Institucional así como el Partido Verde Ecologista, mantendrán sus registros sin ninguna consecuencia.
En otras palabras, esta es la muestra de que pese a los esfuerzos democráticos, la presidencia de la república es un cargo que se puede comprar en nuestro país, pues está claro que con estos antecedentes, a nadie importará rebasar topes de campaña, si a final de cuentas el único castigo que existe es una multa impuesta al partido correspondiente. Multa que por cierto, terminará siendo pagada con nuestros propios impuestos, gracias al presupuesto que el IFE otorga a los partidos.
¡Viva México!