Hasta ayer, uno podía llegar a su restaurante favorito, y tranquilamente echarle sal a sus alimentos. Pues eso ya es parte del pasado. Desde hoy, en el Distrito Federal arrancó una campaña para retirar el salero de las mesas en los establecimientos de comida.
La medida lleva por título “Menos sal, más Salud” y fue implementada por el Gobierno del Distrito Federal (GDF) como una medida para concientizar a la población sobre el daño que ocasiona el abuso de este condimento. Ahora, cuando uno quiera sal para sus alimentos, deberá pedirla al mesero.
De acuerdo a datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo recomendable es una ingesta de cinco gramos, en México se consumen hasta 11 gramos.
Saleros en forma de barril, los extrañaremos…
Armando Ahued, titular de la Secretaría de Salud del Distrito Federal, pidió a los representantes de la industria alimentaria mexicana que se sumen a esta campaña, cuyo eje central es combatir a la hipertensión disminuyendo la cantidad de sal que consumimos en los alimentos. De paso, exhortó a que cada quien haga lo mismo en su hogar:
“… es una mala costumbre la que hemos adoptado, incluso antes de probar los alimentos les ponemos sal”.
¿Híjole, cuántos de nosotros no hacemos eso?
De acuerdo a Ahued Ortega, esta medida ha sido aplicada con éxito en países como Estados Unidos, Argentina e Inglaterra. Como complemento, en las instalaciones del Sistema de Transporte Colectivo Metros se tomará la presión arterial a la ciudadanía.
¿Ustedes qué tan “saleros” son? ¿Sufrirán mucho con esta medida, o no les afecta en lo más mínimo?
