Cuando Enrique Peña Nieto se pone en modo “asincerado” es señal de que va a soltar una que otra frase de antología. Así sucedió ahora que fue entrevistado para La Jornada, en donde se soltó para hablar del mal humor social, el caso Ayotzinapa, las reformas, su propuesta para legalizar los matrimonios gay y otros asuntos sobre los que siempre tuvo una oportuna respuesta.
Si tuviéramos que resumir todo lo dicho por EPN para el diario capitalino, sería más o menos así: una fiesta donde el anfitrión pone sólo la música que le gusta (generalmente la más gacha), la botana es desabrida y pasada… y, para acabarla de amolar, sólo hay de beber Tonayán. Todos los invitados se van y entonces se pregunta: ¿qué, no les gustó?
Pero bueno, así se expresó ante la pregunta “¿A qué atribuye la polémica que causó su expresión sobre el mal humor social?” Como verán, el presidente generaliza y, si los empresarios están bien, entonces todo mundo debe estarlo:
“He estado en eventos en los que los líderes de organizaciones empresariales han dicho que pareciera haber malestar, mal humor. Sin embargo, cuando se les pregunta: oye, ¿te está yendo mal en tu pequeño negocio, en tu negocio grande? ¿Estás teniendo problemas? A todos, en términos generales, les está yendo bien”.
No obstante, lo anterior se contradice con lo publicado la semana pasada por The Financial Times, medio que señaló que, ante los decepcionantes resultados que han ofrecido las reformas implantadas en el gobierno actual, los inversionistas extranjeros han optado por retirar sus activos mexicanos… Pero, ¿está buena la pachanga no?, ¿por qué se van los invitados?
En fin, otro de los temas obligados fue el de la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa. Éste también tiene sacado de onda al Ejecutivo. No entiendo en qué momento pasó de procurador de la justicia a “ser señalado”… “El gobierno (federal) intervino para esclarecer y apoyar la investigación de qué había ocurrido, dónde estaban, cuál había sido el paradero de los jóvenes desaparecidos, en una obligación del Estado de cómo vamos en coadyuvancia y, eventualmente, en sustitución de la autoridad competente a hacer esta investigación”.
Pues claro, de ahí la “verdad histórica”… con todo y que ésta ya fue puesta en duda en repetidas ocasiones: por meterle mano a pruebas, sacar confesiones a base de tehuacanazos, presentar peritajes de dudosa calidad o negarse a ampliar la estancia de expertos extranjeros que bien pudieran ayudar a resolver el caso…
Pero bueno: y respecto a los matrimonios igualitarios, EPN aseguró que no es que haya aprovechado el tema para sacarse las muchas espinitas clavadas que tiene su administración… no, creen, simplemente vio “el contexto adecuado a partir de mi convicción de lograr una auténtica inclusión”.
O ¿creen que lo hizo con miras a las próximas elecciones del 5 de junio? Para nada: “En sentido estricto no hubo cálculo político ni electoral, como muchos han dicho. Tampoco en razón de si era oportuno hacerlo. Se trata de verlo con gran apertura, para que México tampoco quede a la zaga”.
Como sea, cualquier intento de igualar los derechos para todo mundo son siempre plausibles. Claro, corre por cuenta del electorado no sólo tomar estas pinceladas esporádicas para decidir gobiernos futuros. Es cuestión de evaluar TODO.
Aquí sólo presentamos unos cuantos comentarios del presidente, para leer la entrevista completan, sólo den click aquí.