Para no perder la costumbre, otra vez alguien que —se supone— debería ser ejemplo de comportamiento, la riega en su trato hacia la mujer. Bueno, habrá por ahí varios “machos alfa” para quienes el trato que ofrece el diputado panista, Juan Carlos Muñoz, a una periodista es simplemente un cariñito. Pero no, “chiquitos”… pregunten a sus compañeras de trabajo/escuela si les gusta que las minimicen de esta forma y se “sorprenderán” con la respuesta. O quizás no.
Pero en lo que concierne a la periodista del sitio ZonaFranca.mx, Carmen Pizano López, nomás no le gustó la forma en que el legislador respondió a una de sus preguntas. De acuerdo con Animal Político, el panista habría tenido un conato de bronca con su compañero de bancada, Guillermo Aguirre. Al tratar de saber cómo estuvo el asunto, Pizano López fue así atendida (al audio añádanle el “bello” gesto del panista, quien le tocaba la mejilla a la periodista mientras le decía “chiquita”).
Aunque lo anterior para muchos es algo común y coqueto, para la periodista no lo fue tanto. Así que al terminar la sesión del Pleno buscó nuevamente al diputado, nomás para decirle que no estaba de acuerdo con su actitud, la cual consideró una falta de respeto.
Ahh bueno, seguro el legislador blanquiazul recapacitó y pidió una disculpa a Pizano… pues más o menos: . “No sabía que no te gustaba que te chiquearan; yo a todas la chiqueo”, respondió Muñoz, mientras abrazaba a una asistente de la bancada panista. Pues pa’ que vea que si ella se pone sus moños, otras bien que se dejan.
A final de cuentas, Carlos Muñoz pidió una disculpa a la periodista… por haberla “chiqueado, sin saber que no te gustaba”. Nada más le faltó rematar con “perdón, chiquita”.
Aunque ni quién se acuerde de Juan Carlos Muñoz por alguna labor legislativa que se haya aventado, seguro muchos lo reconocerán como uno de los diputados panistas que, en 2014, fueron grabados echando la fiesta en Puerto Vallarta, a donde fueron —según—para una reunión de su grupo parlamentario.
Como bien recuerda Animal Político, Muñoz aceptó que sí estuvo de fiesta con las bailarinas (a quienes seguramente chiqueó)… pero nomás “por media hora”.