Hace poco, la Mixed Martial Arts (MMA) anunció la muerte, en un accidente vehicular, de Charles Rowan, luchador de artes marciales que soñaba con triunfar en este deporte extremo. El deceso conmovió a sus compañeros, rivales y aficionados.
Semanas después se descubrió que este deportista no andaba muerto, ni de parranda… sino dedicándose a robar.
Cuando se anunció “el fallecimiento”, Christo Piliafas y DiPonio Scott, managers del equipo de promotores de lucha llamado Diamond D Fight Team, al que pertenecía Rowan, se vieron tan afectados por la noticia que se acercaron a la familia del muertito para regalarles casi mil dólares, dinero con el que costearían el funeral y entierro. (No sabemos si les alcanzó para alquilar a una de esas señoras que lloran en los velorios).
Días después, a esos mismos promotores casi se les corta la leche se sorprendieron al ver a Charles Rowan aparecer en televisión tras ser detenido y acusado por robo a mano armada e intento de asesinato.
Junto al difuntito, también se encontraba su novia Rosalinda Martinez, y otro joven de nombre Michael Bowman. Los tres irrumpieron en un local comercial de armas y golpearon al dueño de la tienda. Sin embargo, horas después fueron detenidos. Así se supo que por alguna extraña razón, Charles Rowan había fingido su muerte.
Este luchador que buscaba ser una figura de las artes marciales combinadas, en cuestión de meses pasó de ser luchador de la MMA, a morirse y después ser detenido por la justicia. Este mismo sujeto ya tenía antecedentes penales por acoso sexual y venta de marihuana.
Aquí un video de cuando se dedicaba a pelear, y en donde se ve que igual y no era tan bueno:
