Tanto estrés ha hecho que al presidente le dé una crisis de esas que nomás están en la mente, porque ahora, así como la mayoría de los ciudadanos, él también está viendo que la criminalidad está al alza. Bueno, está presentando los primeros síntomas: para él, los delitos apenas están dando muestras de querer revivir y estar con la potencia de años que seguramente todos ya habían olvidado. Momento, ¿entonces sí hubo un momento en que la criminalidad bajó?
En la clausura de la 52 reunión de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), Enrique Peña Nieto admitió que este año la criminalidad ha estado con Toño, al grado de que en algunas entidades del país ya se están regresando escenarios de épocas anteriores.
¿A qué épocas se refiere el mandatario?, ¿la prehispánica?, ¿la Colonia?, ¿la Revolución? Bueno, no especificó nada, pero seguramente tomó como medidor las estadísticas dadas a conocer hace un par de días, en las que se señala que estamos viviendo un clima de violencia como no se había visto desde hace 20 años.
Así es, desde 1997, la violencia no estaba tan canija como ahora. No es exagerada la aseveración… con tanta ejecución, robo, violación, secuestro y demás variantes del crimen que se les ocurra. Todos al alza, de acuerdo con el Reporte sobre delitos de alto impacto, Marzo 2017 del Observatorio Nacional Ciudadano (OCN).
¿En qué entidades? Bien, aunque ya no hay lugar del país en el que se pueda salir sin el temor a ser víctima de la delincuencia, hay Estados que destacan en el rubro: Estado de México, Guerrero y Veracruz, los principales.
Nos preocupa de sobremanera que aparentemente la crisis de seguridad y violencia por la cual atraviesa México no ha logrado detenerse en lo absoluto, al contrario continúa avanzando en detrimento del bienestar de la población. Una prueba de lo anteriormente mencionado puede apreciarse si se compara la incidencia del primer trimestre de 2017 respecto a la del mismo periodo de años anteriores, pues los delitos de alto impacto aumentaron de acuerdo con las estadísticas del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP)”, señala la ONC.
Bueno, el presidente y se dio cuenta (apenas) que igual y la crisis no nomás estaba en nuestra mente. ¿Qué va a hacer? Él no mucho… pero como estaba con todos los gobernadores, les pidió hacer ‘‘esfuerzos” que vayan más allá de mantener la operación de sus cuerpos del orden. Pues qué les cuesta modernizar a las policías y a los órganos de procuración de justicia, sugirió.
Ya, en caso de que lo necesiten, el mandatario -según La Jornada– dijo que su administración podrá echarles la mano… pero nomás como mero acompañamiento, porque él de ninguna manera podría querer “sustituir lo que está en la responsabilidad de los gobiernos locales’’. Es decir: su bronca, yo voy de salida.