Marina Menegazzo y Maria José Coni son dos jóvenes argentinas, que desaparecieron el 22 de Febrero en la Playa de Montañita, una de las más populares de Ecuador. Sus fotografías con el mensaje de “Desaparecidas” comenzaron a circular en redes sociales, con el fin de solicitar informes sobre su paradero.

En un principio, el ministro del Interior ecuatoriano, José Serrano, utilizó su cuenta de Twitter para anunciar que la búsqueda de las jóvenes había sido activada. Dias después, el 28 de Febrero para ser exactos, el Presidente de Ecuador, Rafael Correa, se sumó al movimiento en redes sociales, respondiendo con un tuit a la hermana de Marina Menegazzo “¡Animo Belén, ya tenemos a nuestra policía investigando. Un abrazo a tus padres y a los de María José. Todo Ecuador está con ustedes”.

Horas más tarde, el propio presidente Correra, anunciaría en su misma cuenta de twitter, el hallazgo de los cadáveres de las jóvenes, y en la madrugada del 29 de Febrero, el ministro del Interior Ecuatoriano, informaba por la misma vía la detención, en tiempo récord de dos personas relacionadas con la muerte de las turistas, lo cuál levantó todo tipo de suspicacias sobre la seguridad y justicia que se vive en Ecuador, un país en donde en los últimos dos años se han registrado 24,814 desapariciones de las cuales el 68% corresponde a mujeres.

Sin embargo más allá de las dudas en la eficacia policiaca o la impartición de justicia en Ecuador, lo que ha indignado al mundo, es el trato que ha recibido el caso en diversas regiones de América Latina, en donde se señala a las propias víctimas, como culpables de su suerte. Y es que así como en nuestro país hemos escuchado frases como “Pa que se visten así” o “Ella se lo buscó”, en el caso de Marina Menegazzo y Maria José Coni se cuestiona el hecho de que se hayan atrevido a viajar solas, la gran dosis de machismo encubierto en el que seguimos viviendo en el 2016.

Una de las reacciones que más visibilidad ha generado fue la carta escrita por Guadalupe Acosta, estudiante paraguaya, titulada “Ayer Me Mataron”, la cuál ha sido compartida más de 720 mil veces en Facebook.

Pero peor que la muerte, fue la humillación que vino después.
Desde el momento que tuvieron mi cuerpo inerte nadie se preguntó donde estaba el hijo de puta que acabo con mis sueños, mis esperanzas, mi vida.
No, más bien empezaron a hacerme preguntas inútiles. A mi, ¿Se imaginan? una muerta, que no puede hablar, que no puede defenderse.
¿Qué ropa tenías?
¿Por qué andabas sola?
¿Cómo una mujer va a viajar sin compañía?
Te metiste en un barrio peligroso, ¿Qué esperabas?

La carta entera la pueden leer dando clic aquí.

Mientras tanto en Twitter se ha generado la campaña #ViajoSola con la que se denuncia el machismo encubierto y la burda manera en la que se busca responsabilizar a las chicas de los que les ocurrió.

Desgraciadamente, el caso de Marina Menegazzo y Maria José Coni no es el único.

Vivimos una alarmante crisis de feminicidios en America Latina.

En Argentina, muere una mujer cada 31 horas, En Brasil, mueren 15 al día y en México, según el Observatorio Ciudadano se registran casi 2 mil feminicidios al año.

Aún así, la palabra feminicidio no existe en el diccionario, desgraciadamente, lo que si existe son los cuestionamientos por su forma de vestir, por los lugares a los que van, por lo que hacen, o dejan de hacer.

En el Día Internacional de la Mujer nos preguntamos: ¿existirá el día en donde se deje de culpar a las mujeres por la violencia de genero?

Todo lo que no sabías que necesitas saber lo encuentras en Sopitas.com

Comentarios