Ayer en la noche encontraron el cuerpo sin vida del fiscal Alberto #Nisman, quien este miércoles acusó a Cristina Fernández de Kirchner, la presidente de Argentina, de querer encubrir a terroristas iraníes. Los protegidos serían autores del Atentado a la AMIA, ocurrido hace 20 años y que representa el episodio terroristas más atroz en ese país. Pero ¿por qué el fiscal acusaba de esto a la presidente?, ¿de qué se trata todo este caso?, ¿qué dudas nos surgen al respecto?
¿Cuál es el atentado a la AMIA?
El ataque fue el 18 de julio de 1994 en la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) de Buenos Aires, capital argentina. Ese día una camioneta llena de explosivos estalló fuera del centro de la comunidad judía de Buenos Aires. Fue uno de los mayores ataques terroristas ocurridos en el país sudamericano y tuvo un saldo de 85 personas muertas y 300 heridas. Hay que resaltar que la comunidad judía argentina es la más numerosa de América Latina y la quinta más grande del mundo.
Después de años de investigar el caso, el fiscal Natalio Alberto Nisman (1963-2015) y Marcelo Martínez Burgos, acusaron formalmente al gobierno de Irán de planificar el atentado y a la organización libanesa extremista Hezbolá de ejecutarlo. Según la fiscalía el ataque fue planeado después de que el Gobierno argentino suspendiera un acuerdo de transferencia de tecnología nuclear a Irán.
En 2007 la Interpol ratificó las conclusiones de la justicia argentina y ordenó la emisión de circulares rojas para capturar a Mugniyah y a otros 5 fugitivos iraníes y llevarlos ante la justicia. Desde entonces, el Gobierno argentino ha pedido a Irán la extradición de sus ciudadanos acusados por el ataque para ser juzgados por un tribunal nacional o extranjero, pero Irán se ha negado a acatar el fallo.
¿Por qué acusaron a la presidente de encubrir a los autores del atentado?
Hace unos días el fiscal a cargo de las investigaciones, el fallecido Natalio Alberto Nisman, acusó a la presidente de Argentina, Cristina Fernández, y al canciller Héctor Timerman de alcanzar un acuerdo con Irán para proteger a los responsables.
Según la BBC, un comunicado emitido por el fiscal afirma que la denuncia fue presentada después de reunir evidencias mediante intervenciones telefónicas (grabaciones) sobre las maniobras del Gobierno argentino para “borrar a Irán del caso AMIA”.
Por otro lado, el secretario general de la Presidencia, Aníbal Fernández, calificó como “ridícula” la denuncia de Nisman.
Los representantes de la comunidad judía en Argentina se mostraron “sorprendidos” y “preocupados” por el anuncio del fiscal.
Según el diario argentino El Clarín, en su denuncia (muy severa y con una extensión de 300 páginas), Nisman acusa y pide la declaración de indagatoria y un embargo preventivo de bienes por la suma de doscientos millones de pesos de la presidente de la Nación, Cristina Fernández, de su canciller Héctor Timerman, del diputado Andrés Larroque, del personal de la Secretaría de Inteligencia de la Presidencia de la Nación, de los dirigentes Luis D’Elía y Fernando Esteche, del ex fiscal federal y juez de instrucción Héctor Yrimia y del referente comunitario iraní, Jorhe “Yussuf” Khalil, por ser autores y cómplices del encubrimiento agravado de los acusados iraníes por el atentado terrorista contra la AMIA, hecho calificado como crimen de lesa humanidad y genocidio.
Por otro lado, ya la presidente, en la 68 Asamblea General de las Naciones Unidas (2013) había hablado sobre lo hipócrita que era Estados Unidos y su acercamiento a Irán, ya que desde el Congreso estadounidense se estaba haciendo una campaña en contra de ella por acercarse a Irán para tratar el caso AMIA y por asuntos comerciales (aquí pueden ver todo el discurso de Cristina Fernández).
Nisman afirmaba que el plan para desincriminar a los presuntos terroristas se tramó al mismo tiempo que la presidente buscaba “acercarse geopolíticamente a la República Islámica de Irán y restablecer relaciones comerciales plenas de Estado a Estado para aliviar la severa crisis energética argentina, mediante un intercambio de ‘petróleo por granos’”.
Nisman agregó:
Este acercamiento, que en sí mismo nada tiene de ilegal y está fuera de cuestionamiento, fue considerado inviable mientras subsistiera la acusación efectuada por la justicia argentina en la causa AMIA contra los ex jerarcas del régimen iraní. Entonces, para despejar el obstáculo, y he aquí lo delictivo, la Sra. Presidente ordenó desviar la investigación, abandonó a los que tenían un legítimo reclamo de justicia y buscó librar de toda sospecha a los imputados iraníes, contradiciendo su probada vinculación con el atentado. Decidió fabricar la “Inocencia de Irán”.
Según Nisman, la Presidencia fabricó una vía diplomática alterna con Irán:
La calidad delictiva del encubrimiento necesitó contar con estos canales paralelos, no oficiales, como vías concretas eficientes y confiables para avanzar con la impunidad de los acusados iraníes. La actividad de estos canales configuró, sin más, una diplomacia paralela de facto, que desde las sombras permitió llevar adelante el plan criminal, por expresas directivas y órdenes de la Sra. Presidente.
El diario argentino La Nación también publicó que Nisman argumentaba que:
El personal de inteligencia involucrado en el caso manipuló pruebas, personas y participó activamente en la fabricación de la hipótesis falsa para desviar ilegalmente el curso de la causa judicial, desincriminar a los acusados iraníes y, al mismo tiempo, acusar falsamente a terceros inocentes, atribuyéndoles con pruebas fraguadas la responsabilidad por el atentado.
La Muerte del fiscal que acusaba a la presidente #MuertedeNisman
Alberto Nisman fue encontrado muerto en la noche del domingo en su departamento, en el barrio porteño de Puerto Madero. La puerta se encontraba cerrada por dentro con llave. Según El País, su madre y una escolta tuvieron que llamar a un cerrajero para abrirla.
El fiscal estaba en el baño. A su lado estaba un arma y un casquillo de bala.
Nisman, de 51 años, tenía previsto comparecer este lunes ante la Comisión de Legislación Penal en la Cámara de Diputados.
El fiscal había pedido a sus escoltas que lo recogieran en su domicilio a las 11:30 de la mañana, pero cuando llegaron estos se encontraron la puerta cerrada. Llamaron a su teléfono pero nadie contestó.
La fiscal encargada de la muerte de Nisman, Viviana Fein, llegó a la escena a las 12:30 pm y pidió que no se aventuraran hipótesis todavía:
Encontramos un arma. Ahora tenemos que encontrar los detalles de la causa de muerte. No puedo observar si fue suicidio o no. Les pido prudencia.
Fein indicó que el arma no tenía silenciador y que no se había encontrado ninguna carta de despedida.
Nisman, desde el 2004, se dedicó especialmente al caso AMIA por órdenes del ex presidente Néstor Kirchner.
En 2013, la presidente Fernández firmó un acuerdo con Irán para aclarar el atentado de 1994. Este acuerdo se hizo sin el consentimiento de Nisman y, una vez hecho público, el fiscal siempre manifestó su oposición.
La diputada opositora Patricia Bullrich declaró al canal TN que este sábado Nisman habló con ella por teléfono en tres ocasiones y que había mencionado que recibió varias amenazas.
Al parecer, según la diputada Bullrich, el fiscal tenía las grabaciones que sostenían su versión del trato que, según él, había pactado la presidente con Irán.
¿Por qué eran necesarias las grabaciones? Bueno, el ministro de Exteriores, Héctor Timerman, presentó una carta del ex secretario general de Interpol, Ronald Noble, a cargo del organismo en la fecha del acuerdo, en la que éste desmentía la acusación de Nisman. En la carta, Noble le dice a Timerman:
Mientras era secretario general de Interpol, en cada ocasión que usted y yo hablamos y nos vimos en relación con las notificaciones rojas de Interpol (las órdenes de busca y captura) emitidas con relación al caso Amia, usted indicó que Interpol debía mantener las notificaciones rojas en vigor. Su posición y la del Gobierno argentino fueron consistentes y firmes.
Aquí pueden leer la carta.
La presidente no quiso pronunciarse sobre las acusaciones de Nisman, no obstante, desde el gobierno se atacó con dureza al fiscal. Por ejemplo, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, declaró la semana pasada que su denuncia era:
Disparatada, absurda, ilógica, irracional, ridícula y violatoria de artículos esenciales de la Constitución Nacional.
¿Qué es lo raro en todo este caso?
La comunidad judía argentina ha tomado las declaraciones del fiscal con pinzas, ya que está consciente de que los medios de comunicación de ese país son opositores a la presidente (y acogieron con los brazos abiertos las acusaciones), además se acercan las elecciones (de ahí que también se sospeche de un oportunismo por parte de la oposición para deslegitimar al kirchnerismo y arrasar con él en el próximo ejercicio electoral). Es por eso que esta comunidad sigue con cuidado el desarrollo del caso.
Según El Universal, los familiares de las víctimas de la AMIA cuestionaron a Nisman, quien fue nombrado fiscal por Néstor Kirchner, aunque años después se supo por cables filtrados de Wikileaks que era un asiduo visitante e informante de la embajada de Estados Unidos en Argentina.
Así que aquí lo tienen: por un lado el fiscal acusa al Gobierno argentino de una doble diplomacia y de tratar de encubrir a los perpetradores del atentado para poder conseguir los tratos comerciales sin ningún obstáculo político; por el otro, el Gobierno argentino dice que no hay pruebas y que, incluso, tienen argumentos para mostrar que el gobierno seguía exigiendo cuentas a Irán sobre este caso a pesar de los acercamientos económicos. Incluso hay quien juzga todo el caso como un oportunismo político para desmantelar el kirchnerismo en Argentina).
Sobre la muerte del fiscal, hay quienes creen que fue asesinado por el Gobierno para que no entregara las grabaciones que podrían confirmar sus acusaciones. Otros piensan que el hombre fue asesinado por un tercer elemento para desestabilizar al gobierno argentino, o que podría ser algún extremista musulmán. Sospechas sobran. Hay muchas posibilidades y todas obedecen a intereses políticos distintos (Por ejemplo ¿de verdad el gobierno de Fernández es lo suficientemente imbécil como para matar a su acusador un día antes de que declare? Cualquiera sabría que si se le asesina ellos serán los principales sospechosos… y, sin embargo…
Por todo esto, el caso debe tomarse con pinzas.
¿Y si sí se suicidó? Esto sólo detonaría muchas más preguntas y para nada cerraría el caso.
Habrá que ver cómo se soluciona todo este conflicto político.
