Sabíamos que esos tacos de guisado, chicharrones con cueritos y refrescos en bolsa nada bueno podrían traer: resulta que en la secundaria, cuando en el receso el buffet está conformado por alimentos que brillan por su alto contenido calórico, es la etapa en que un niño está más propenso a ser obeso, así lo dio a conocer la Fundación Interamericana del corazón.
Según la FIC sólo 16% de niñas y 12% de niños de ese nivel escolar tienen un consumo adecuado de frutas y vegetales, dato que no hace que sea de extrañar que en el primero de los tres años que conforman los estudios de educación básica 13% de los alumnos presente obesidad o sobrepeso, porcentaje que se duplica al término del tercer año: 26%.
Además de que en esa etapa de la vida es cuando más gusto se le agarra al play, xBox y computadora –es decir, se va moldeando una figura del típico sedentario-, una de las principales razones del exceso de peso entre tanto adolescente es el tipo de productos que se consumen en las escuelas, señaló Jorge Ramírez, coordinador del Programa de Comunidades de la organización civil.
Pese que desde hace tiempo se cuenta con un listado de productos “saludables” para venta en las escuelas, los cuales garantizan un menor contenido calórico, Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor (EPC) calificó como “deplorable” el papel de las secretarías de Salud y Educación respecto al problema, ya que a días de comenzado el ciclo escolar, ni maestros ni padres de familia conocen el contenido del ordenamiento que incluso fue publicado en el Diario Oficial de la Federación.
En su defensa la representante de la secretaria de Salud, Mercedes Juan, señaló que “24 horas es muy poco tiempo para decir si hay cumplimiento (de los lineamientos). No podemos decir qué está sucediendo pero esperamos que se cumplan”.
Efectivamente, como en muchas otras áreas todo depende de que se cumplan los lineamientos. En el caso de los que integran la Estrategia Nacional contra la Obesidad –según Calvillo- tienen elementos relevantes, como enfatizar el consumo de frutas y verduras, así como la instalación de bebederos… Pero si ni en escuela ni en casa se hace algo para combatir la obesidad, de poco servirá que a Chabelo no lo dejen promocionar golosinas en TV abierta.