Cada que un niño llora, para mitigar su congoja se opta por ofrecerle la botella… bueno, a este niño oriundo de China también, sólo que su contenido no proviene de las ubres de una vaca, sino de un proceso de destilación… es alcohol, pues.
Según el Shanghaiist, Cheng Cheng –nombre del pequeño bebedor- es ampliamente conocido por los medios locales por su destreza para inflarle diario y sin ningún problema; sin embargo, a las autoridades no les ha hecho mucha gracia el hecho y luego de difundirse la fotografía del niño empinándose una botella, han comenzado investigaciones sobre los padres del menor.
De acuerdo con las primeras informaciones, el pequeño seguidor de Dionisio probó su primer trago a los 10 meses de edad, cuando su padre le dio a probar unas cuantas gotitas de vino.
Después de ese “inocente” hecho, el chinito puede echarse botellas de vino y latas de cerveza sin mostrar algún tipo de reacción… las “pobres” padres señalan que es imposible no darle a beber, ya que si no prueba alcohol, los berrinches son insoportables.
“Sus ojos están siempre en las botellas de alcohol. Lo único que podemos hacer es guardarlas en un lugar donde no las pueda ver”.
Aunque en China la disciplina es algo característico, la familia de Cheng no da muestra de ella, ya que simplemente para que deje de llorar acceden a darle su buen pegue de alcohol: “como a veces es muy ruidoso, no tenemos opciones y le damos a probar un poco de alcohol”.
La tia de Cheng, Cai Teng, señala que la familia del menor dejará de darle alcohol al niño. Esta semana se realizará una reunión con los familiares del niño para determinar su futuro.