Después de casi nueve horas de audiencia durante el juicio en contra de los cinco adolescentes que asesinaron a Christopher Raymundo Márquez Mora, de 6 años de edad, se les imputó el delito de homicidio calificado.

El juez Francisco de León Merino vinculó a proceso a los cinco presuntos homicidas y otorgó seis meses al Ministerio Público para cerrar la investigación del caso.

Recordemos que hace unos días, cinco adolescentes mataron a un niño de 6 años “jugando al secuestro”, dos de ellos eran sus primos. Por la mañana, los niños capturaron, torturaron y mataron a un perro callejero. Posteriormente, fueron por Christopher hasta su casa, lo trasladaron a un lugar poco vigilado, sin adultos, lo ataron de pies y manos, lo golpearon y estrangularon con una vara con espinas hasta asfixiarlo, para después depositar su cuerpo en un hoyo que ellos mismos cavaron. Apuñalaron el cuerpo inerte más de 20 veces, le sacaron los ojos y le arrojaron piedras en la cabeza. Lo cubrieron con maleza y colocaron al perro muerto encima del montón de tierra para ocultar el cuerpo.

Mucho antes de asesinar a Christopher, los menores se reunían para realizar actividades violentas como la mutilación de animales, la quema de casas abandonadas e intimidar a los vecinos dejando diferentes partes de animales muertos en sus puertas, principalmente perros y gatos.

La primera pregunta que nos hacemos es ¿Qué estamos haciendo como gobierno, sociedad y familia para que una situación de esta magnitud ocurra?

Recordemos el spot que se difundió en 2012, en el que la sociedad mexicana era imitada por niños recreando situaciones de violencia, corrupción, inseguridad y pobreza. Los “Niños Incómodos” fueron retratados cometiendo actos cotidianos de una vida adulta en la que las malas noticias, el tráfico, las faltas de respeto, los asaltos y las persecuciones a delincuentes o los ajustes de cuentas entre éstos, forman parte del día a día de un ciudadano mexicano.

La realidad rebasó a la ficción. La colonia Laderas de San Guillermo II, está a unos cuantos metros del Centro de Reinserción Social de Aquiles Serdán en el estado de Chihuahua, un lugar donde prevalece la impunidad, allí, los niños crecen con la idea de que matar no tiene consecuencias.

Además, existe un modelo de imitación en el que los héroes son los narcotraficantes, los niños internalizan anti-valores, características de las zonas criminógenas en las que viven o de las personas con las que se relacionan y ven todos los días.

De acuerdo con las ideas de René Girard, la elección de Christopher Raymundo, tuvo la lógica del chivo expiatorio, como una salida a la escalada de violencia que se vive en la entidad, ocasionada por el crimen organizado. Hay un asesinato colectivo en el que se da muerte a una víctima inocente. Incluso podríamos apuntar hacia una cuestión ritual, por la forma en la que se cometió el asesinato.

En este caso, la figura del secuestrador representaría el modelo que se quiere imitar, en términos de Girard, es llamado rival mimético. La violencia consecuente es disparada por la frustración del deseo no consumado, no son secuestradores pero actúan como tal.

Por otro lado, existe un discurso ambivalente sobre los derechos de niños y adolescentes.

La noticia provocó mayor indignación cuando se difundió que era probable que los menores no recibieran castigo por ser inimputables. Sin embargo, esto fue interpretado de manera errada, ya que, de acuerdo a lo que indica el artículo 18 de la Constitución Mexicana, cuatro de ellos tienen una responsabilidad penal, exceptuando al niño de 11 años. A los mayores de 14 años se les pueden imponer sanciones que impliquen privación de su libertad por delito grave.

Para añadirle ficción a la realidad, el abogado que había tomado el caso fue relevado de sus funciones para que la conductora de televisión Laura Bozzo, tuviese exclusividad, los abogados de la conductora convencieron a la familia de Christopher de que ellos continuarían la defensa. Sin embargo, unos días después la madre del menor, Tania Mora, anunció que rechazaba el apoyo jurídico de la conductora de talk show y que recurriría al abogado Alonso Tadeo Solano. Según la madre, estuvo en desacuerdo con las condiciones impuestas por la conductora peruana.

Colgada de la tragedia de Cristopher, Bozzo buscará impulsar una iniciativa de ley ante el Congreso estatal para juzgar a menores como adultos, la “ley Bozzo” será presentada en un mes por la conductora y su equipo de abogados, como si eso hubiera sido lo que causó este terrible crimen, parece que lo único que hace Bozzo es organizar una cacería de brujas.

El clamor social es la exigencia de justicia para Christopher y castigo con cárcel a los cinco adolescentes que los asesinaron,el pasado domingo incluso hubo una manifestación de miles de personas frente al Palacio de Gobierno.

Dos de los cinco adolescentes continuarán privados de su libertad en el Centro de Internamiento Especializado en Adolescentes, de resultar culpables enfrentarán una pena máxima de 10 años de cárcel. Los otros tres permanecerán bajo vigilancia y custodia del DIF estatal.

Todos tienen prohibido comunicarse entre sí, salir de la entidad y de acercarse al domicilio de la madre de Cristopher.

Este asesinato representa un problema de descomposición social, así que más allá del linchamiento de los menores, debería ser más importante atacar los factores por los cuales un niño puede llegar a cometer un delito.

@plumasatomicas

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