Y en nuestra sección “Abusadilla desde chiquilla…”
Imagina que son las tres de la madrugada, eres el chofer de un camión y en una de las paradas sube una niña muy pequeña y sin ningún acompañante ¿qué harías? ¿finges demencia?, ¿reportas lo sucedido a las autoridades? ¿te pones a rezar un rosario, no vaya a ser el espíritu de una niña demoniaca?
Con este dilema se topó Harlan Jenifer, chofer de un autobús de la ciudad de Filadelfia que a muy temprana hora salió de su casa y tomó el transporte con una calma y serenidad sorprendente.
“Ella sabía exactamente a dónde quería ir. Así que la niña tuvo que haber tomado la ruta anteriormente”.
… comentó Harlan, quien es padre de tres niños y al ver esa situación anómala decidió detener el autobús y llamar a la policía, pues dijo…
“Hice lo que cualquier padre haría”
Esto fue lo que captaron las cámaras de seguridad del vehículo:
La niña fue llevada por las autoridades a un hospital, hasta donde llegaron sus papás, quienes se encontraban entre asustados y sorprendidos. El nombre de esta pequeña aventurera es Annabel Ridgeway, y el motivo de su viaje fue que quería un Slushie, que es una bebida congelada de sabores artificiales.
Como la pequeña Annabel ya había acompañado a sus papás varias veces a la tienda, se le hizo fácil ir sola. Después de prometerle a sus papás que nunca más se escaparía, la llevaron por su Slushine.
Mejor que le compren una máquina de raspados, fiesta de sabor, y se quitan de broncas…