La consigna para terminar con la violencia policial no es sólo de Estados Unidos. En varios países —desde México hasta Francia y Colombia— la gente ha salido a las calles para protestar contra los casos de abuso cometidos por la Policía. Ahora, la atención de la prensa internacional está en Nigeria, donde decenas de personas han muerto en las jornadas de protestas, a mano del Ejército.
Es probable que en redes se hayan topado con esta consigna: “End SARS”. ¿A qué se refiere? Hace dos semanas, la gente de este país salió a las calles para protestar contra el Escuadrón Especial Antirrobo de la Policía de Nigeria (SARS, por sus siglas en inglés).
Sin embargo, las autoridades nigerianas se mantuvieron a la expectativa hasta que dieron el primer manotazo de represión y el martes pasado —20 de noviembre— el Ejército arremetió contra los contingentes que protestaban en el distrito de Alausa y una estación de peaje en Lekki, en la ciudad de Lagos, el centro económico de Nigeria.
End SARS: las protestas contra el abuso policiaco
Aunque en octubre las manifestaciones contra el SARS resonaron hasta alcanzar eco a nivel internacional, este movimiento —que en principio pidió la desaparición del Escuadrón Especial Antirrobo por sus nexos con grupos criminales y denuncias de torturas, detenciones arbitrarias y ejecuciones extrajudiciales— comenzó hace un par de años.
Para ser precisos, el movimiento End SARS surgió en 2017 en las redes sociales —Twitter— y básicamente la gente comenzó a denunciar los abusos del Escuadrón Especial Antirrobo.
Sin embargo, las quejas y denuncias estallaron hasta octubre de 2020, luego de que se difundiera un video —en redes sociales— que mostraba a un agente del SARS disparando a un joven frente al Wetland Hotel, en el estado de Delta.
Estas imágenes —al igual que en el caso del afroamericano George Floyd— desataron la movilización de cientos de ciudadanos y ciudadanas. Y fue entonces que el gobierno de este país intentó calmar la situación anunciando la disolución del SARS.
Esto fue el 11 de octubre de 2020, en voz del presidente Muhammadu Buhari, pero las protestas no cesaron.
Opening fire on peaceful protesters is a blatant violation of people’s rights to life, dignity and freedom of expression. The #Lekki massacre must be investigated. #EndSARS pic.twitter.com/lz1O7bkCpN
— Amnesty International (@amnesty) October 22, 2020
Represión en Lagos, Nigeria
La ciudadanía aprovechó el contexto para extender sus exigencias —porque no sólo la presencia del SARS era motivo de protesta— y pidió la mejora del sistema de seguridad, así como la creación de un organismo independiente para que investigara a los exagentes del Escuadrón Especial.
¿Qué dijo el gobierno? Desde distintas trincheras, la gestión de Muhammadu Buhari ha sido acusada de infiltrar a “porros” o reventadores de las protestas, además de ordenar a los militares la represión de las manifestaciones y decretar el toque de queda en la ciudad de Lagos.
Ejemplo de esto fue lo que sucedió el martes 20 de octubre en Lagos, donde los militares abrieron fuego en contra de decenas de manifestantes.
De acuerdo con Amnistía Internacional de Nigeria, hasta el momento se han registrado 56 fallecimientos por estos hechos de represión ante las manifestaciones pacíficas.
Por su parte, el gobernador de Lagos, Babajide Sanwo-Olu, declaró que las manifestaciones se están convirtiendo en un “monstruo que amenaza el bienestar de la sociedad” —aún y cuando la gente ha dicho que el malestar social ha estado presente desde ya hace tiempo.