Desde noviembre, Gilda Margarita Austin, madre de Emilio Lozoya, está vinculada a proceso por los delitos de operaciones con recursos de procedencia ilícita y asociación delictuosa… y quién sabe qué se le dio por pensar que se podía zafar del asunto, pero ya se dio cuenta que no será tan fácil.
De acuerdo con La Jornada, un juez federal fue el encargado de darle una dosis de realidad a la madre de Lozoya, al negarle el amparo solicitado para revertir su vinculación a proceso, la cual está basada en evidencia que la relaciona con los presuntos actos de soborno orquestados por su querubín, Emilio Lozoya.
Dicha evidencia son depósitos a una cuenta bancaria a su nombre, provenientes de la empresa Odebrecht… los cuales después trianguló a su hijo, en ese entonces director de Petróleos Mexicanos (Pemex). Las investigaciones de la Fiscalía General de la República (FGR) apuntan a que esos depósitos provenían de un banco en Suiza.
Según indica El Financiero, la jueza Sandra Leticia robledo no encontró ningún elemento para revertir la vinculación a proceso de la doñita, toda vez que la FGR no violó ningún principio de legalidad o seguridad jurídica… lo cual era el principal argumento de la defensa de la progenitora de Lozoya Austin.
La jueza indicó que las imputaciones formuladas por La FGR estaban bien armadas: siempre apegadas a la ley… y que incluso el juez de control se tomó el tiempo necesario para no regar el tepache y analizar a conciencia los argumentos ofrecidos por ambas partes.
Gilda Margarita fue detenida en julio del año pasado en Alemania. En noviembre pasado nos la trajeron como calaverita, mero el 2 de noviembre, luego de un rápido proceso de extradición… y desde entonces cumple prisión domiciliaria por seis meses, en lo que el Ministerio Público complementa la investigación correspondiente. Es decir, ya mero sabremos qué es lo que le depara la madre de Lozoya.