En algo que se podría llamar como patadas de ahogado, Nicolás Maduro en un movimiento desesperado mediante el Decreto No. 2.323, busca la concentración de poder en su figura, propasando los límites constitucionales bajo el argumento de un temporal Estado de Excepción.
Al menos eso es lo que dicen los expertos, quienes se encuentran preocupados que de aceptarse este decreto, se pueda dar a lugar a la violación de los derechos humanos, afectar la libertad económica y sobre todo, el derecho de protesta del pueblo.
Este decreto alude a elementos para controlar intentos de desestabilización, dándole carta blanca al Presidente de mediar con la situación de manera que más le parezca conveniente. Además de suspender las atribuciones de la Asamblea Nacional en lo que respecta a la aprobación de contratos públicos y votos de censura para la remoción del presidente.
Bajo un Estado de Excepción, la Asamblea Nacional retiene sus poderes de legislación, además que la Constitución Venezolana solo permite una prórroga como la que intercedió con sus 120 días de emergencia económica, pero de hacerse valer este decreto Maduro obtendría poderes que inutilizarían los esfuerzos de la Asamblea.
“La doctrina internacional establece que el Estado de Excepción no puede suspender el Estado de Derecho. Sin embargo, este decreto termina por suspender los restos que quedaban del Estado de Derecho.”
Este decreto indica que la oposición, la cual ocupa la mayoría del Parlamento para así lograr destituir a Maduro, pretende el desconocimiento de todos los poderes públicos e impulsa la interrupción del periodo de Maduro.
Y por supuesto, este decreto sigue escupiendo el alegato de Maduro de que los poderes internacionales solo buscan desestabilizar a Venezuela, sobre todos los EE. UU., quienes asegura, quieren intervenir en la política de la nación sudamericana.
Pues sí, la paranoia de Maduro crece al igual que el hambre y la pobreza en Venezuela, buscando aferrarse a lo que le queda de poder, utilizando argumentos patéticos. Pareciera que busca que el pueblo venezolano se rebele y lo saquen a patadas tanto de la presidencia como del país.
Esperemos que se logre ejercer el referendo revocatorio hacia Maduro y que así se empiece con una nueva jornada electoral para quitar a este hombre que lo único que ha logrado, es perjudicar como nadie a su país.