El proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación del próximo año presenta un recorte que no ha dejado muy contentos a los promotores de la educación, la ciencia y la cultura.
La reducción del presupuesto a los programas universitarios y de fomento a la cultura es definitivamente una de las acciones más dañinas que se pueden llevar en términos de políticas públicas. Invertir en educación significa literalmente sembrar, construir bases sin las cuales los más profundos problemas del país jamás desaparecerán. No hay justificación ninguna para reducir el presupuesto de uno de los pilares que sostiene esta sociedad.
Y es que según algunos rectores de varias universidades:
«afecta significativamente a programas que han contribuido de manera importante a la mejora en la calidad de la educación superior y que se encuentran relacionados con el cumplimiento de metas del Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018»
Según el Universal, el rector de la UNAM, José Narro Robles, hizo un llamado a los legisladores y al Ejecutivo para apoyar la inversión en la educación media superior, superior y la ciencia:
«Animo a los legisladores y autoridades hacendarias para que le pongan un poco más de recursos. No le va a pasar nada al presupuesto federal, lo he dicho muchas veces, no conozco el caso de un país donde las finanzas públicas de una nación hayan quebrado por invertir en educación»
Durante un discurso que dio el rector expresó:
«educar cuesta, no hacerlo cuesta más. La educación reclama inversión»
La rectora del Claustro de Sor Juana, Carmen López-Portillo también se pronunció al respecto y dijo que si no hay una política de estado que fortalezca la educación superior y el desarrollo de la cultura, la investigación y la ciencia, el futuro de México dependerá de caprichos e intereses ajenos a un proyecto verdaderamente democrático y nacional.
Según La Jornada, distintos académicos han solicitado a la Cámara de diputados corregir los recortes mediante un incremento en los recursos que permita cumplir las metas que la propia administración de Peña Nieto se fijó.
La semana pasada, en un análisis que los rectores conocieron durante la sesión del Consejo de Universidades Públicas e Instituciones Afines, se asentó que el proyecto de presupuesto para el siguiente año reporta una reducción de más de 2 mil 200 millones de pesos.
El proyecto presupuestal afecta programas como el del Fortalecimiento de la Calidad de las Instituciones Educativas, el del Desarrollo Profesional Docente, el de Expansión de la Oferta Educativa en la Educación Media Superior y Superior y el Apoyo a Centro y Organizaciones de Educación.
Esto en un marco en el cual la educación superior pública no alcanza a cubrir las necesidades de la población ya que no hay suficientes lugares para la ciudadanía en la Universidades públicas.
Los más de 60 rectores asistentes elaboraron un pronunciamiento donde demandan de forma unánime al Estado que cumpla con el imperativo legal de dedicar al menos el 8% del PIB a la educación y el 1% a la ciencia y a la tecnología.
Además se pide que se transfiera a las casa de estudio el financiamiento y operación de los programas y fondos oficiales del sector, además de un programa de renovación de la planta académica que implique apoyos para el retiro voluntario y pensiones con salarios dignos.
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