Tomás Zerón, titular de la Agencia de Investigación Criminal de la Procuraduría General de la República afirmó que las fuerzas federales asumieron el control de la seguridad en 13 municipios de Guerrero porque estaban cooptados por el crimen organizado.
Estaban tan controlados por el narco, que ellos decidían quién iba a ser el jefe de la policía y qué operativos se iban realizar. Así, el Ejército, tuvo que tomar el control en esos municipios.
“La diferencia que encontramos cuando detenemos a un delincuente, y hoy que estuvimos deteniendo policías, solamente era la identificación, porque en el camino los que mandaban realmente eran el crimen organizado. No podemos vivir en un Estado en donde estemos cooptados”, señaló.
Además se sospecha que tres cuartas partes(aproximadamente mil 850) de los dos mil 457 municipios de México podrían estar infiltrados del crimen organizado.
Antonio Luigi Mazzitelli, representante en México de la ONU contra la Droga y el Delito, reafirmó que los términos de la intervención militar y la reprogramación de elecciones locales, es adecuado, siempre y cuando sea algo temporal.
Mazzitelli reconoció que los municipios son
“el anillo más débil de la administración estatal ante la infiltración del crimen organizado”.
Es decir, que se asuman funciones durante un tiempo determinado con un fin determinado, que gira en torno a la entrega y devolución del municipio a otras autoridades que la población misma haya elegido bajo la figura del voto. Esta medida permitiría a los ciudadanos eliminar las sospechas que los que han sido elegidos, no estén representando o no estén operando para implementar y para defender sus intereses.