Aunque se puedan poner canijas las tensiones, se espíen entre ellos y se vean feo a la hora de la comida, parece que en las potencias mundiales está ganando la cordura. Al menos, así apunta después de un curioso mensaje conjunto en el que pidieron bajarle de hue… dos rayitas, digo, a la posibilidad de una guerra nuclear.
“Afirmamos que una guerra nuclear no puede ganarse y nunca debe llevarse a cabo”, señala la sorpresiva publicación.
¿Por qué decimos sorpresiva? Pues porque está firmada por cinco países que se la viven de intrigosos en la política internacional.
La carta contra la guerra nuclear está suscrita por China, Francia, Rusia, Reino Unido y Estados Unidos. Estos cinco países, por cierto, son miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, entonces desde ahí salió la reciente amistad.
“Las armas nucleares, mientras sigan existiendo, tienen que tener propósitos defensivos, desalentar las agresiones y prevenir la guerra”, dice la carta publicada por el Kremlin. “Creemos firmemente en prevenir la propagación de estas armas”.
Todas las potencias se comprometieron a no tener armas apuntándole a los demás países que firmaron.
¿Era necesario hablar de guerra nuclear?
Una de las principales dudas que surgieron cuando salió este comunicado internacional fue… ¿a poco tenían que reafirmar que no tendremos una guerra nuclear?
Y todo apunta que sí, que de ese nivel estaban las discusiones.
Como apunta Reuters, las relaciones entre las potencias mundiales están en su punto más crítico desde la Guerra Fría. Washington y Moscú se llevan de la patada, al mismo tiempo que Rusia ha tenido sus encontronazos con Europa. Estados Unidos publicó un estudio reciente en el que prende las alertas por el posible armamento nuclear de Beijing y a China no le cayó en gracia.
Parece que mientras nos comíamos nuestro recalentado las cosas se pusieron muy tensas en el mundo. El lado bueno es que las potencias mundiales juran y perjuran que no apretarán el botón nuclear. No pos qué alivio…