Como muchos ya andan con el pendiente de qué va a pasar ahora que le metan cuchillo a Peña Nieto, el propio presidente contesta.
Ahora que se dio la noticia que EPN será intervenido quirúrgicamente, no ha faltado quien ya prendió su respectiva veladora (negra o blanca, según sus deseos), pero el presidente aclara las cosas y descartó que la cirugía represente algún riesgo.
Con lo anterior, el Ejecutivo rechaza la posibilidad de tener que designar a alguien durante el tiempo que estará sometido al rigor del bisturí, ya que “es como si hubiera encargado el despacho cuando me voy a dormir”.
Y si piensan que por esta operación dejaremos de ver a Peña Nieto por mucho tiempo… tampoco será así, ya que el mandatario prevé que la operación durará “un ratito nada más”. Ya después, durante los primeros 4 días de agosto, se dedicará a atender actividades privadas de su agenda.
Mientras Peña Nieto se encuentre ausente, será el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, quien esté al pendiente de la agenda nacional.
Recordemos que la operación a la que se someterá EPN consistirá en la extracción de un nódulo tiroideo, el cual según el propio presidente, le fue detectado desde hace siete u ocho años, pero que “no había encontrado el tiempo” para atenderse.