¡Ay mundo, siempre encuentras una manera de rompernos el corazón! Uno se despierta todos los días lleno de brío para dar lo mejor de sí en la chamba, con mucho esfuerzo ahorras un poco de dinero, con ese dinero te compras una computadora, con esa computadora navegas por internet y te enteras de que un gato ¡un gato! facturó 3 millones de euros el año pasado sólo por trabajar en dos comerciales… y entonces lloras, lloras mucho.
Algunos ya habrán reconocido a la pequeña Choupette en la foto de portada, pero quienes no la conozcan deben saber que es la mascota de Karl Lagerfeld, alias el káiser de la moda, alias el director creativo de Chanel. Como se podrán imaginar, el ícono de la moda no escatima en mimos y cuidados con su amada gatita, como pagarle dos niñeras o viajes en primera clase, pero la felina es muy agradecida y retribuye esos detalles posando para las portadas de Vogue Alemania con Linda Evangelista y Vogue Brasil con Gisele Bündchen, escribiendo en el periódico de su dueño (¿?), trabajando para la marca de cosméticos Shu Uemura y apareciendo en el calendario de coches Vauxhall Corsa. Estos dos últimos trabajos son los que en 2014 le hicieron ganar casi lo mismo que Cara Delevingne -una de las modelos más cotizadas del mundo-.
La minina no sólo es rica y famosa, también tiene un libro llamado Choupette: The Private life of a High-Flying Fashion Cat, una colección de bolsas, y para acabar, es popular en la redes sociales; la siamesa tiene más de 57 mil seguidores en Instagram y poco más de 47 en Twitter… así las cosas sopicuates.
Pero bueno, Choupette también tiene a quien envidiar, ya que Grumpy Cat ha ganado cerca de 100 millones de dólares en sólo dos años y además tendrá su propia película. Aunque, por alguna razón esa noticia no nos reconforta ni un poco.
Vía: El País
