La situación política en Myanmar es uno de esos enigmas del siglo XXI que se han estado cocinando por décadas. La nación del sureste asiático —antes conocida como Birmania— tenía menos de diez años de haber transitado a una endeble democracia cuando todo cambió esta semana: el Ejército tomó el control en un violento golpe de Estado.
Durante la movida, el Ejército arrestó a Aung San Suu Kyi ganadora del Premio Nobel de la Paz en 1991 y una de las figuras más prominentes de la nueva era de políticos en Myanmar.
Los militares, además, declararon un estado de emergencia.
Entre que son peras o son manzanas, con los políticos más importantes de Myanmar arrestados y con los canales de televisión y medios de comunicación tomados por el Ejército, su Comandante en Jefe —el general Min Aun Hlaing— asegura que gobernará al país por, al menos, un año.
¿Cómo llegaron a esto?
La preocupante situación política en Myanmar
Aunque pocas veces volteamos para el sureste asiático, la situación en Myanmar es excesivamente delicada.
Después de años viviendo bajo el yugo de una dictadura militar, con una guerra civil andante y con severas denuncias de violaciones a los derechos humanos —incluyendo una historia escalofriante de un monje budista que extermina musulmanes—, el país había intentado migrar lentamente a la democracia.
Habían tenido elecciones en años anteriores pero desde su fundación la cosa estaba complicada.
Por una ley —obtenida en las negociaciones para expulsar a la antigua junta militar— el Ejército tenía derecho al 25% de todos los lugares en el Parlamento, el control sobre algunas importantes secretarías e incluso tenían la facultad de tomar control del gobierno si consideraban que el rumbo no era el correcto.
Y así llegamos al 2020
El Ejército dice que le hicieron fraude
En el turbulento año pasado Myanmar tuvo elecciones generales.
De acuerdo con la Associated Press (AP) el grupo liderado por Aung San Suu Kyi —la ganadora del Nobel que se encuentra arrestada— tuvo una apabullante victoria llevándose el 83% de los votos.
Sin embargo, el Ejército, que también compite en las elecciones como si fuera un partido político, dice que a Chuchita la bolsearon.
Durante las últimas semanas han señalado que hubo un fraude masivo que involucra la lista de votantes, aunque no han mostrado mucha evidencia. También acusan que las elecciones en Myanmar durante la pandemia los perjudicaron y que las leyes electorales no se habían respetado.
La semana pasada, el equivalente al Tribunal Electoral desechó todos sus argumentos…. y pues, tomaron las armas.
Apoyándose en las leyes aprobadas por la antigua junta militar, llenando las calles de tanquetas, elementos armados y mensajes en los medios de comunicación controlados, este lunes se consumó lo lamentable.
El Ejército de Myanmar tuvo éxito en su golpe de Estado.
Este asunto ya ha provocado los pronunciamientos de muchos gobiernos internacionales, pero de pronunciamientos poco avanza. El Comandante en Jefe asegura que gobernará al país durante un año y que después, serán los mismos verdes quienes organicen las elecciones.
