Mientras se jugaba el partido de criquet entre el Australia Meridional y el Nueva Gales, el jugador Phil Joel Hughes recibió un pelotazo en la cabeza por el que lo indujeron a un coma del cual no despertó, puesto que dos días después perdió la vida.
La esférica, la cual es similar a una de beisbol que tiene un peso aproximado de 150 gramos, impactó en el único lugar en donde el casco no cubría la cabeza del jugador, lo que provocó una fractura de cráneo con hemorragia cerebral.
Al recibir el golpe, Phil comenzó a tambalearse, hasta que perdió la conciencia. Los médicos aseguran que jamás despertó y que falleció de forma tranquila, sin sufrimiento alguno:
Nunca llegó a recobrar la conciencia tras la herida que sufrió el martes. No sufría cuando murió y estaba rodeado de su familia y amigos más cercanos.
Hughes nació el 30 de noviembre de 1988 en una plantación de plátanos del área de Macksville, en Nueva Gales del Sur. A los 17 años se mudó a Sidney para jugar con el Western Suburbs y dos años más tarde se estrenó como internacional.