La tarde de ayer murió otro hombre de letras: el crítico literario Emmanuel Carballo.
Víctima de un problema cardíaco, falleció ayer el crítico literario, ensayista, escritor y periodista Emmanuel Carballo. El lamentable deceso ocurrió en la Ciudad de México. Carballo es considerado uno de los críticos literarios más importantes de nuestro país.
Aunque en su juventud fue atraído por la poesía y la narrativa, los años lo llevaron a avocarse a la crítica. Al igual que muchos hombres de letras, Carballo realizó estudios en una rama diferente: el Derecho, esto en la Universidad de Guadalajara, donde se desarrolló como investigador de tiempo completo y profesor de Letras. Años más tarde recibiría el grado de maestro emérito.
A los 20 años y todavía en Guadalajara, formó parte la revista literaria Ariel, donde escribieron reconocidas plumas como Jaime Sabines y Blas Otero. Después, en la Ciudad de México, junto a Carlos Fuentes fundó la Revista Mexicana de Literatura, previamente hizo lo propio con Odiseo.
Además, también participó en la prensa de nuestro país, apareciendo en Excélsior donde fue un pionero del periodismo cultural mexicano.
Su crítica abarcaba no sólo la literatura desde el punto de vista estético, también su creación y desarrolló: “La literatura es cara, la escribimos los burgueses, la leemos los burgueses y la criticamos los burgueses”, señaló. Sabedor del rechazo que en muchas ocasiones recibió su trabajo, respaldaba sus dichos con ardua investigación académica: “el crítico tiene el compromiso de probar que sus juicios son correctos, que no habla de memoria sino que, por el contrario, sus ideas están respaldadas por la realidad estética de la obra que analiza”.
Entre sus trabajos más destacados se encuentra El cuento mexicano del XX, Diccionario crítico de las letras mexicanas del siglo XIX, Ya es nada y Protagonistas de la literatura mexicana.
Su obra se reflejó también en diferentes medios electrónicos, todo con afán de la difusión de la cultura: fue conductor del programa radiofónico La gaceta cultural al aire y del programa de TV Invitación a la cultura; incluso contó con una página web personal (emmanuelcarballo.com), pero no fue desarrollada: “soy una figura molesta pero necesaria. Supongo que a las personas como yo la historia no nos dará la razón; pero al menos al juzgarnos se apiadará de nosotros”, comentó en ella.
Falleció a los 84 años. Descanse en paz.