Por motivos relacionados con su edad, el padre Marcial Maciel dejó de ser el director general de la Congregación los Legionarios de Cristo en 2005, en su lugar quedó Álvaro Corcuera Martínez del Río, quien ayer falleció a causa de un cáncer en el cerebro, el cual padecía desde hace tiempo.
La muerte de Corcuera fue informada a través comunicado ofrecido por la propia orden religiosa a la que perteneció y de la que hasta enero pasado era el superior. Sus últimos días –según una carta emitida por el actual líder de los Legionarios de Cristo, Eduardo Robles Gil- los pasó en compañía de “sus hermanos los legionarios” y de familiares, ya que desde el pasado 26 de junio se le suministró la “unción de los enfermos”, la cual se ofrece a aquellos que están en peligro de muerte.
Mano derecha de Maciel, durante su administración Corcuera se encargó de negar y ocultar cualquier información que pudiera confirmar las acusaciones de pederastia que el fundador de los legionarios tenía en su contra, algo calificado como un “encubrimiento institucionalizado”.
Además enfrentó toda la ola de desacreditación de la orden y fue acusado de solapar los actos de pederastia del líder de los Legionarios y proteger su imagen, luego de que en 2006 el Papa Benedicto XVI apartó a Maciel de su ministerio público por los abusos sexuales imputados, los cuales calificó de “gravísimos e inmorales”, además de tacharlo de llevar una vida “sin escrúpulos y sin verdadero sentimiento religioso”.
Fue hasta 2010 que Corcuera ordenó el retiro de todas las fotos de Maciel de los centros de los legionarios, acto que contó con el visto bueno de Velasio De Paolis, comisario pontificio encargado de intentar “sanear” a la congregación que ni con la muerte de Maciel en 2008, consiguió borrar la huella de su líder.
Nacido en 1957 y licenciado en Ciencias de la Educación por la Universidad Anáhuac de México, Corcuera ingresó a los Legionarios de Cristo en 1979 y en 1985 se ordenó sacerdote. En 2012 delegó el cargo recibido de Marcial Maciel por motivos de salud, en 2013 fue sustituido por Eduardo Robles Gil.
Al principio se pensó que esos motivos de salud que lo hicieron abandonar su cargo como director de los Legionarios eran producto de “situaciones difíciles, tensiones y sufrimientos” por los que atravesó en los últimos años, pero después se descubrió que un tumor cerebral –el cual trató sin éxito- fue el motivo de su separación.
*Vía Proceso, sinembargo.mx
