Todo comenzó cuando una viejecita en un asilo fue declarada muerta a la edad de 92 años por un médico de la institución, el procedimiento comenzó.
El cuerpo fue llevado a una funeraria y su familia fue avisada del deceso, una vez que el cuerpo estaba en su ataúd dentro de la funeraria, personal del lugar se desmayó y entraron en shock cuando vieron a la viejita salir de su ataúd y decir “¿En dónde estoy?”.
Algunos minutos después, el director despertó (en realidad se desmayaron) y fue al ataúd sólo para encontrar a la viejecita acostada dentro con los ojos abiertos.
¿Qué hizo? Inmediatamente le habló a otro doctor quien corroboró que tenía pulso y fue llevada rápidamente a un hospital.
La familia fue avisada de que la abuelita no se había muerto y todos vivieron felices para siempre… Menos todos los involucrados en el asilo de ancianos porque están siendo investigados por la policía.