Doña Lupita era una señora trabajadora, todos los días salía a vender sus gelatinas pero cuando comenzó la pandemia de COVID-19 en nuestro país decidió ya no salir hasta que las cosas mejoraran ya que es diabética y tiene un mayor riesgo de desarrollar una enfermedad grave. Sus hijos le echaban la mano comprándole todo lo que necesitaba, sus vecinos iban a la tienda por ella cuando era necesario, sus nietos no la visitaban para evitar contagiarla, se cuidaba al máximo.
Su familia no sabe exactamente cuándo se contagió pero desafortunadamente perdió la vida dos días después de que fue internada por dificultad respiratoria.
Como la historia de Lupita hay miles más. Cada una de las muertes en México a causa de la pandemia de COVID-19 no son solo números, hay un papá, una mamá, una hermana, un hermano o un hijo que perdieron la vida y que lamentablemente en muchas ocasiones no pudieron despedirse de sus familias por tener que estar aislados.
Una buena parte de estos casos con del personal de salud que luchó día a día en la primera línea de batalla, que hicieron sacrificios personales al alejarse de sus familias para no infectarlos, que tenían que pasar horas y horas dentro de capas de equipo de protección personal, que trabajaban más de 8 horas diarias porque la cantidad de pacientes que llegaban los rebasaron en muchas ocasiones.
Cada vida perdida es más que un número y por eso es sumamente importante que no bajemos la guardia, que mantengamos las medidas de higiene y sana distancia, que utilicemos el cubrebocas y que acudamos a tiempo a recibir atención médica si somos personas de grupos de riesgo o presentamos signos de alarma como dificultad respiratoria, dolor en el pecho o niveles bajos de oxigenación en la sangre.
100 mil muertes
Este 19 de noviembre en México superamos las 100 mil muertes a causa del COVID-19, convirtiéndonos en el cuarto país a nivel mundial que ha rebasado este número solo por debajo de Estados Unidos, Brasil y la India.
De acuerdo con World Life Expectative, un sitio que utiliza bases de datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Banco Mundial, la UNESCO y datos de países individuales para la salud global y las causas de muerte, en México el COVID-19 ya se convirtió en la primera causa de muerte durante este 2020.
¿Cómo llegamos a este punto? Vamos por partes.
Fue a principios del pasado mes de febrero cuando la Secretaría de Salud rastreaba a un paciente positivo que había recorrido la Ciudad de México después de llegar de un viaje internacional. El 27 de febrero por la noche ya había un paciente sospechoso en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) y el 28 de febrero se confirmó la infección: fue el primer paciente reportado en México.
20 días después de este caso, el 18 de marzo, se registró la primer muerte por COVID-19 en México. Se trataba de un hombre de 41 años que inició con síntomas 9 días antes y que padecía diabetes.
De acuerdo con su esposa, es probable que se contagiara cuando acudió a un concierto en el Palacio de los Deportes llevado a cabo el 3 de marzo al que acudieron al menos 12 mil 500 personas. Perdió la vida en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER).
Cuando en nuestro país se registró la primera muerte por coronavirus, ya teníamos 21 mil 662 muertes por enfermedad de las arterias coronarias, la más común de las enfermedades cardiacas, y 21 mil 289 fallecimientos por diabetes mellitus. Estas dos son las principales causas de muerte generalmente.
A mediados de junio, tres meses después de la primera muerte por COVID-19, el coronavirus ya era la tercera causa de muerte.
El 5 de septiembre y con 69 mil 053 decesos acumulados, el coronavirus oficialmente se posicionó como la primera causa de muerte en nuestro país. Con 100 mil defunciones, el COVID-19 sigue estando en el primer lugar de las muertes hasta este mes de noviembre.
¿Cuál fue el pico máximo de muertes?
Si analizamos los datos presentados a diario por la Secretaría de Salud en la conferencia vespertina, la gráfica de las defunciones confirmadas y sospechosas muestra que el punto máximo de muertes a causa del COVID-19 se registró en la semana 28, es decir del 6 al 12 de julio.
En esa semana se registraron 5 mil 338 muertes y desde ese punto, a la semana 45 (la más reciente graficada) se observa una reducción del 46% a pesar de que a partir de la semana 41 y hasta la 44 se registró un pico que parece ser ya volvió a ser tendencia hacia abajo.
Exceso de mortalidad
De acuerdo con la base de datos de exceso de mortalidad de la Secretaría de Salud, es decir de todas las muertes “extra” que se registraron en el año en comparación de las que se esperaban, hasta la semana 41 en México hay un 39.9% de exceso de mortalidad.
Hablamos de la semana del 5 al 11 de octubre cuando en México ya habían 83 mil 209 muertes a causa de COVID-19.
El total de defunciones esperadas para este 2020, tomando en cuenta las ocurridas entre 2015 y 2018, era de 550 mil 773. Sin embargo las defunciones acumuladas hasta la semana 41 fue de 754 mil 004, tomando en cuenta todas las registradas por cualquier causa.
Esto se traduce en un exceso de muertes de 203 mil 231, es decir un 36.9% más de lo esperado. Como podemos ver en la siguiente gráfica, solo la parte roja representa las muertes confirmadas por COVID-19.
Muertes en el personal de salud
Hasta el pasado 3 de noviembre, en México habían muerto mil 884 integrantes del personal de salud, la mayoría en la Ciudad de México y en el Estado de México. El 70.49% de estos casos eran hombres y el resto mujeres, siendo la mayoría del grupo de edad de 60 a 64 años.
La mayoría de muertes se registran en médicos y médicas, seguidos por el personal de enfermería y demás trabajadores de la salud.