“De valientes y tragones, están llenos los panteones”, reza el viejo refrán… que no tiene nada que ver con lo que a continuación les presentaremos, pero de alguna forma había que introducir el listado de políticos cuyas carreras con la llegada de la 4T quedó más muerta que una chela recién sacada del Cervecentro… y claro, como suele ocurrir en los cambios de gobierno, también llegó la resurrección de fulanos a quienes creíamos seis pies bajo Morena.
Manuel Bartlett
El principal milagro ocurrió con Manuel Bartlett que, con su designación como director de la CFE, se cargó de energía de una forma que ni el muñequito del Dr. Frankenstein… y ahí lo ven: tan campante con sus millonarias propiedades y al frente de la principal fuente eléctrica del país. Después de haber sido secretario de Gobernación del “innombrable”, pocos hubieran creído que Bartlett regresaría a la vida política (¡y de qué forma!) con Andrés Manuel López Obrador.
Elba Esther Gordillo
Era como echarse un volado con el de los merengues: un 50-50 a que La Maestra saldría del bote con la 4T. Lo que pocos esperaban es que la Gordillo saliera bella y rejuvenecida… bueno, nomás lo último. Y no sólo eso, sino hasta con intenciones de recuperar el control del magisterio. ¿Pos no que ya se andaba petateando mientras estuvo entambada?
Marcelo Ebrard
Después de terminar su administración de la CDMX de una forma ahí más o menos y hasta estar ser considerado para quitarle la candidatura presidencial a AMLO en 2012, ¡pum!, el buen Marcelo desapareció y se exilió en Francia (cof, dicen que para no enfrentar acusaciones, cof, por la malhechota Línea 12, cof)… pero, cual hijo pródigo, regresó y no en forma de fichas, sino del flamante canciller que se encargó de sacar las papas calientes en una de las primeras broncas que enfrentó la 4T.
Ya hasta suena para candidato presidencial en 2024. Así de milagrosa fue su resurrección.
Esteban Moctezuma
Otro priista de abolengo que en épocas de AMLO opositor uno hubiera pensado que no tendría cabida en el nuevo gobierno. Pero ¡oh, sorpresa! Así, directamente desde el sexenio de Zedillo y de Grupo Salinas, el buen Esteban Moctezuma dio el levantón y saltó a la Secretaría de Gobernación, donde encabeza la nueva reforma educativa… la de López Obrador.
Y como extra, Felipe Calderón… que, aunque no tiene hueso, revivió con la 4T gracias a que ayuda a que los detractores de AMLO suelten la bilis bien sabroso en redes sociales. Tan vivo está que ya hasta anda echando a andar su propio partido político, México Libre.
¿Y los muertazos?
Ricardo Anaya
Este ya era un muerto en vida desde su campaña presidencial. Sin embargo, la arrastrada que recibió en las elecciones le hizo ser excluido de la vida política y es hora que nomás no da señales de respiración. Por ahí intentó echarse un seminario en la UNAM y los alumnos hicieron el exorcismo necesario para evitar que tan fantasmal personaje pisara la máxima casa de estudios. N’ombre, qué tal si echa la sal.
Carlos Romero Deschamps
Otro que nomás estaba de adorno (pero bien que chupaba el erario). Después de la limpia en Pemex, era cuestión de tiempo para que el líder del sindicato petrolero se hiciera calaca. Pobrecito… seguro todavía quería seguir chambeando y ahora nomás se tendrá que conformar con retirarse a disfrutar de la fortuna que tan honestamente amasó.
Rosario Robles
Nunca confíen cuando EPN les diga “no te preocupes”… porque puras fallas. Parecía que Chayito la iba a librar y quedar como mero chivo expiatorio de las transas de la Estafa Maestra y cuál. Como si se tratará de una enfermedad progresiva, Rosario Robles poco a poco se ha ido enfriando en Santa Martha. Aunque hay la esperanza de que resucite al tercer día (o nomás que se acabe el sexenio).
Todo el PRD
Con la 4T inició un éxodo del Sol Azteca que sólo puede compararse con las desbandadas que se dan cuando el Metro llega a la terminal Pantitlán. Todos pa’ fuera y corriendo para donde mejor les acomode. Tan tieso quedó el PRD que hasta por un momento estuvo a punto de desaparecer del Senado… pero los legisladores aplicaron el “ya déjalo, ya está muerto” y le dieron chance de seguir ahí, nomás haciendo bola.