Erick Salvador Rodríguez era uno de los testigos más importantes en el caso emprendido contra Elba Esther Gordillo. Pese a estar protegido por la Procuraduría General de la República, falleció este madrugada en una clínica del DF por problemas cardiovasculares.
Rodríguez García era elemental en el proceso contra la que fuera líder magisterial, pues es quien declaró que Gordillo gastaba de 7 a 15 millones de pesos al mes cargados nada menos que al SNTE a través de operaciones que Juan Díaz de la Torre, el actual líder sindical, autorizaba.
Aunque su muerte no suprime sus testimonios en el juicio, al final del proceso serán valorados como dichos no ratificados.
La muerte de Rodríguez García fue confirmada esta mañana por la PGR.
Hace dos semanas, el testigo no acudió por séptima ocasión consecutiva a una cita en el Juzgado Sexto de Distrito en Procesos Penales Federales del DF, donde se atiende el caso de Gordillo, quien se encuentra acusada de lavado de dinero por mil 978 millones de pesos y delincuencia organizada. Fue hasta entonces que la PGR informó al juez que Rodríguez padecía una enfermedad cardiaca que le impedía cumplir con la cita y acudir al interrogatorio.
Dada su inasistencia,. Marco Antonio del Toro, abogado de Gordillo, pidió citar a declarar a los médicos del testigo protegido y practicar una inspección judicial en el lugar en el que se encontraba hospitalizado Rodríguez García.
“De manera por demás absurda se remite (el informe médico) en sobre cerrado con petición de que no se tenga acceso al mismo, ya que pondría en riesgo supuestamente la vida del testigo, como si se tratara del testigo de Al Capone, lo que se erige en una aberración más elemental de defensa” se lee lo dicho por el abogado en un reporte de la diligencia.
La defensa de Gordillo no celebra la muerte del testigo, según asegura el abogado, sino que reclama el hecho de que la PGR nunca advirtiera sobre su estado de salud.
“No es lógico que se descompongan coches, que no hayan previsto con el tiempo medidas de seguridad, que un día antes de la cita se enfermara el testigo y que así se repitiera un y otra vez. En materia de derechos humanos tal prueba no puede ni debe tener eficacia jurídica, además de que lo cierto es que su contenido fue muy pobre y no resultaba en forma alguna incriminatorio”, dijo en entrevista para La Jornada sobre la muerte de Rodríguez y el valor de su testimonio.
En el juicio contra Gordillo también se cuentan otra testigo protegida. Se trata de Nora Guadalupe Ugarte Ramírez, quien se encuentra internada en el Penal Federal “El Rincón” en Nayarit con una condena reducida gracias a que negociara su participación en el caso con la PGR. Ugarte no ha rendido testimonio contra Gordillo e intento evadir un citatorio. Al final, la PGR le dio la opción de no rendir testimonio y renunciar a sus beneficios, o bien, continuar como testigo protegido y cooperar. Eligió la segundo.
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