Un venticuatro de diciembre a Sun Myung Moon se le apareció Jesucristo. Según su biografía oficial el Señor le dijo que fundase una iglesia y continuase con su obra.
Desde aquel glorioso momento, Myung dedicó su vida a predicar y fundó la Iglesia de la Unificación, una religión neo-cristiana con alcances globales. Sus seguidores se cuentan por millones en todo el mundo, también sus detractores: miles que criticaban el hermetismo de la organización de Moon y acusaron al reverendo de lavar el cerebro a sus adeptos.
La doctrina de Moon combinaba credos cristianos con enseñanzas espiritualistas orientales. A medida que aumentaban sus seguidores, luego de fundar oficialmente su iglesia en Coreal del Sur tras ser turturado casi hasta la muerte en Corea del Norte, Moon se convirtió en un hombre de negocios con acciones en compañias de construcción y periódicos por todo el mundo: algunos tan relevantes como The Washington Times.
En 1971 Moon y su iglesia llegaron a Estados Unidos, en el ’83 pasó 18 meses en una prisión estadounidense por no declarar unos ingresos de 162.000 dólares.
El reverendo Moon, falleció ayer a consecuencia de una neumonía a los 92 años. Su hijo mayor será el nuevo “reverendo” de la iglesia, el menor será el encargado de administrar el imperio Moon, una fortuna de casi mil millones de dólares con activos en todo el mundo.
Descanse en paz.
