Podría ser una ironía de la vida: contra lo que luchas, es lo que termina por matarte, pero es el riesgo que tomó Sheik Umar Khan, médico responsable de combatir al ébola en Sierra Leona, y que, debido a su constante cercanía con el virus, acabó por contagiarse la semana pasada.
Considerado como héroe nacional por salvar la vida de centenas de personas infectadas, aún se desconoce cómo es que Khan fue contagiado por el mortal virus, ya que según varios de sus colegas, él era muy meticuloso en cuidados: usaba guantes, máscara, calzado especial, todo lo necesario cuando atendía pacientes.
“Los trabajadores sanitarios somos propensos al contagio debido a que somos el primer punto de contacto para los contagiados”, comentó Khan durante una entrevista ofrecida a Reuters, en la que también reveló las modificaciones que efectuó a su despacho, para evitar cualquier exposición después de entrar en una sala de aislamiento.
Khan no es el único especialista que ha sufrido los embates de la enfermedad, en Libia se tiene conocimiento de que un médico estadounidense, Kent Brantly, fue contagiado mientras realizaba su labor. Aunque aún se encuentra en las primeras etapas de la enfermedad, se reporta que su estado de salud es débil.
Alrededor de 670 personas han muerto este año en África a causa del ébola, enfermedad que presenta más casos en países como Sierra leona, Liberia y Guinea. En estos momentos se vive la peor propagación en la historia, ya que se tienen registrados al menos mil 200 casos de personas infectadas.
Por si fuera poco, las organizaciones y equipos médicos especiales que acuden a brindar ayuda son atacados por la propia población, ya que el miedo y el desconocimiento de la enfermedad ha hecho que la gente piense que son los médicos quienes propagan el virus, como fue el caso de una reciente agresión a equipo de Médicos sin Fronteras.
