Llegué a trabajar al Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY) en 2009. Para ese momento, ya contábamos con una encuesta nacional de movilidad social, la EMOVI, que había sido encargada por la Fundación Espinosa Rugarcía (ESRU) en 2006. Con ese primer esfuerzo se sembró la semilla de lo que hoy es nuestra principal misión: que el origen de las personas no determine su destino; es decir, impulsar la movilidad social. Han pasado 11 años de ese primer ejercicio y 12 de la fundación del CEEY. Si lo comparamos con la escuela, nuestro proyecto ha durado lo que juntas suman en años la primaria, la secundaria y la preparatoria. En ese tiempo hemos aprendido mucho y, ahora mismo, nos sentimos como un joven cuando completa esos tres niveles de la escuela: preparados para dar un paso crucial en nuestro grado de especialización.
La EMOVI es un buen ejemplo de cómo, para consolidar un proyecto, se debe trabajar de manera constante y sin perder de vista el objetivo final. Hoy, después del ya mencionado levantamiento nacional del año 2006 y un segundo que se realizó en 2011, estamos por realizar un tercer levantamiento, el de la EMOVI-2017. En 2006, la encuesta fue diseñada por la Dra. Florencia Torche, de la Universidad de Stanford. A partir de ahí, y con un grupo de colaboradores tanto internos como externos, se diseñó la segunda EMOVI, la de 2011. Estas dos encuestas nos permitieron dimensionar una problemática, la de la baja movilidad social intergeneracional, que tiene efectos negativos en las dimensiones social y económica del país.
En términos institucionales la información y análisis derivados de estos levantamientos nos llevaron a decidir que el tema de movilidad social se constituiría en el eje rector de todos nuestros esfuerzos. A partir de ahí y al contar con dicho eje aglutinador, nuestra aproximación a la problemática de la movilidad social se ha extendido a dimensiones menos exploradas en este campo de estudio, como, por ejemplo, pensiones, salud y crecimiento económico (este último ya ha sido desarrollado en la literatura, pero en menor medida para el caso mexicano). Lo anterior ha generado demandas de información internas más específicas que las que se han cubierto con las encuestas de 2006 y 2011. De tal manera, hasta donde sea posible, la información que se captará en la EMOVI-2017 incluye temáticas nuevas, sin que esto implique abandonar la columna vertebral de los ejercicios anteriores.
Aunado a lo anterior, cabe mencionar que la EMOVI-2017 se extiende en dos sentidos que buscan cerrar la brecha de información que se presenta con relación a otros estudios internacionales. Por un lado, se ha planeado una encuesta que además de contar con representatividad nacional, también lo sea a nivel de grandes regiones. Lo anterior permitirá, al menos, dimensionar las posibles diferencias de intensidad en los patrones de movilidad social entre dichas regiones. Además, y por el otro lado, la encuesta busca contar con información equilibrada entre grupos de edad, de tal manera que se puedan afinar los resultados para comparaciones entre ellos y, por lo tanto, sea posible hacer un análisis más dinámico, en términos del tiempo, de los patrones de movilidad social en México. No sobra mencionar, además, que la encuesta mantiene una de las características distintivas de la de 2011, la representatividad tanto para mujeres como para hombres.
Los esfuerzos para generar información primaria para analizar la movilidad social en México, además del propio, han sido muy diversos. De ese proceso continuo, el CEEY se ha alimentado para buscar mejorar sus encuestas. A día de hoy, estamos a las puertas de un nuevo levantamiento, el de la EMOVI-2017, que se da en un momento de transición y búsqueda de consolidación institucional. Desde esa posición y con independencia, reivindicamos el valor que tiene la generación de información primaria, misma que nos permite reiterar nuestro compromiso con la investigación como pilar indispensable para la construcción de un país donde la condición de origen no determine nuestro destino.
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Roberto Vélez Grajales es Director Ejecutivo del CEEY.
Twitter: @robertovelezg