La lucha para prohibir el cultivo de maíz y otras semillas que necesiten el herbicida glifosato para su crecimiento, ha ganado una pequeña victoria esta semana.
El Segundo Tribunal en materias de lo Civil y Administrativas notificó la sentencia que ordena a la SAGARPA, a abstenerse de otorgar permisos de liberación o siembra de maíz transgénico, hasta que se resuelva en forma definitiva el juicio colectivo que campesinos, científicos y organizaciones que buscan defender a los trabajadores del maíz, han llevado desde hace años contra Monsanto.
Esta sentencia revierte otro fallo judicial que en agosto de 2015 había dado marcha atrás a una primera prohibición en el año 2013 en contra del cultivo del maíz transgénico.
“Esta sentencia establece que en el juicio de acción colectiva quedó demostrada la presencia ilícita de transgénicos en cultivos en maíces nativos, por lo que podemos afirmar que los demandantes comprobaron que se han violado las leyes mexicanas e internacionales.”
Monsanto ha señalado que ante esta medida:
“Determinaremos nuestro curso de acción. Y esta decisión no significa una sentencia final.”
El gobierno mexicano autorizó en 2009 la siembra de maíz transgénico a Monsanto y desde ese momento varias organizaciones ambientalistas, han denunciado a la empresa, aún así, esta sentencia no es permanente y puede ser revocada en cualquier momento.