El fastuoso desnivel Mixcoac-Insurgentes se inundó el jueves 31 de agosto a causa de las intensas lluvias. En su tercer día de operaciones, el deprimido se anegó causando un esperpéntico caos vial en la zona. El papelón de ayer ya encontró a sus primeros responsables y algunas cabezas no tardaron en rodar. De acuerdo con el Gobierno de la Ciudad de México, Ricardo Olvera, subdirector de Obras Públicas de la Secretaría de Obras capitalina, fue cesado de su cargo. Lo anterior fue después de que se registrara el encharcamiento de 50 centímetros de profundidad y cuarenta metros de largo.

Las autoridades capitalinas también informaron que emitirán una sanción económica de tres millones de pesos contra la empresa constructora Operadora y Mantenedora del Circuito Interior OMCI. De acuerdo con  la “verdad histórica”, la anegación de ayer se debió a “la falta de limpieza en el sistema de drenaje”. Por otro lado, la empresa supervisora EXORDIUM también fue castigada. En este caso les rescindieron el contrato por no revisar la obra antes de “dar por entregado el proyecto”.

Las autoridades de la CDMX afirmaban que el deprimido Mixcoac-Insurgentes no padecería de inundaciones debido a la colocación de un cárcamo de bombeo. Todavía ayer aseguraban que este había operado de manera adecuada y desde que comenzó la llovizna. Sin embargo, la obra ha sido criticada desde el primer día que entró en funciones. El desnivel Mixcoac registró un espeso tránsito desde su inauguración. Decenas de policías de tránsito tuvieron que acudir a los extremos del túnel para ayudar a mitigar el desorden en la vialidad. Con la obra, mencionaban sus promotores, se reducirá hasta 90% el tiempo de cruce en la intersección de esas vialidades y se le ofrecerá servicio a cerca de 400 mil personas al día.

Foto: Twitter

Como siempre, nuestras autoridades aplicaron aquel sabio refrán que dice: “después de ahogado el niño, tapan el pozo”.

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