El pasado 9 de junio una historia nos conmocionó, por más trillado que pueda sonar. Mireya fue encontrada sin vida al interior de su casa acompañada de los cuerpos envenenados de sus tres hijos y sus dos padres. Mireya peleaba la custodia de sus hijos con su expareja, a quien había acusado por abusar sexualmente de los niños. Las denuncias en contra del exesposo fueron desestimadas y este ganó la custodia el 7 de junio. Dos días después ocurrió la tragedia que todos conocemos. Por filtraciones de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México se conocieron los motivos de la decisión: Mireya había decidido quitarles y quitarse la vida para evitar que quedaran bajo tutela de su padre. Rodolfo Ríos Garza, titular de la dependencia y quien renunció a su cargo dos semanas después del caso, salió a decir que Mireya había denunciado tres veces, entre 2012 y 2016, contra el progenitor de lo niños, aunque en todos lo casos se descartó que estos sufrieran de abuso sexual.
“Hubo tres expedientes y en ninguno de ellos se acreditó que existiera un abuso sexual”, dijo el exprocurador de justicia capitalino. De acuerdo con una investigación del portal Animal Político, la afirmación de Ríos Garza es falsa: los peritajes realizados, incluido uno del DIF, indican que sí hubo ataques sexuales a cargo del padre. Es decir, aun cuando los exámenes confirmaban la agresión sexual, las autoridades capitalinas le quitaron la tutela a Mireya y se la dieron a su expareja. “No es recomendable que el menor conviva con su progenitor, ya que este último es identificado como generador de maltrato”, fue una de las conclusiones del informe del DIF, realizado en 2012, en el cual se relata que los testimonios del menor fueron espontáneos y no inducidos. El mismo diagnóstico fue confirmado en otro peritaje realizado por la Asociación para el Desarrollo Integral de Personas Violadas A.C. (Adivac).
Sin embargo, un especialista del Servicio Médico Forense de la Ciudad de México (Semefo) descartó que el mayor de los niños de Mireya hubiera sido víctima de abuso sexual… después de una sola sesión con el menor. Para poner en contexto: el DIF indicó que sí hubo agresión sexual contra el niño, se reunieron durante doce sesiones con él. Adivac dio el mismo diagnóstico y mantuvo trece sesiones. Adivac y el DIF utilizaron distintos métodos terapéuticos para evaluar la situación, mientras que el experto del Semefo sólo usó como técnica la “entrevista cognitiva y observación directa”. Mireya presentó una queja contra la jueza que ignoró los peritajes. Esta se declaró incompetente para continuar viendo el caso y lo turnó a otra jueza. Esta ratificó todas las resoluciones de sus antecesora y ordenó quitarle la custodia a la madre, además de advertirle que iría a la cárcel en caso de que no cumpliera con la resolución.
La PGJCDMX ni el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, el cual aseguró que la “resolución estuvo perfectamente revisada”, se han pronunciado al respecto.
