Uno de los líderes de las autodefensas en Michoacán concedió una extensa entrevista para el diario español El País, donde habló de su sentir respecto a la intervención del Ejército en su estado, así como su opinión respecto al futuro de los grupos que encabeza.
Aún después de estar hospitalizado por un accidente aéreo en el cual uno de sus compañeros perdió la vida, Mireles estuvo activo en la opinión pública debido a los videos que circularon y que por una parte aceptaban el desarme de las autodefensas y, por otro, lo negaban.
Ahora ya con un poco más de salud, Juan Manuel Mireles ofreció una entrevista para el diario El País. Aquí algunos extractos.
Mireles inicia comentando las intenciones del Ejército respecto a un cambio de estrategia, ya que pese a tener meses en el estado de Michoacán, poco habían logrado: “ahora lo que nos queda es esperar que sí hagan su trabajo. Ya empezaron, ya anunciaron dos detenciones, pero todavía no hemos visto físicamente la captura del primero, El Toro”.
Con este punto, el líder de autodefensas señala la poca confianza que se tiene del trabajo que realiza el gobierno en la lucha contra el crimen: “Podrán engañar a la gente que no vive allá. A lo mejor todos esos anuncios que hacían eran para gente que le encanta el circo, pero no para los que estamos sufriendo los problemas en carne propia. Eso no nos convence. Si nos dicen que ya detuvieron al “Toro” nosotros les decimos: “A ver, enséñenmelo, quiero verlo, yo lo conozco perfectamente”.
En lo últimos días varios son los estados de la República que parecen seguir los pasos de Michoacán: Guerrero, Puebla, Sinaloa, Oaxaca, Veracruz son sólo algunas de las entidades en las que parece han surgido grupos que pretenden autodefenderse del crimen organizado, esto debido a la inoperancia del Estado para garantizar la seguridad de la población. En diferentes medios se habla del presunto asesoramiento que las autodefensas michoacanas han ofrecido a estos nuevos grupos, al respecto Mireles comenta:
“Nos han hablado para pedir asesoría, eso sí es cierto (…) pero yo quisiera ver primero de qué forma se limpia mi Estado antes de meterme a otros. Nuestra guerra no es contra el Estado mexicano (…) Lo único que buscamos es que se restablezca el estado de derecho para poder tener una vida en paz”.
No obstante las medidas que ha tomado el gobierno para intentar restablecer la paz en Michoacán, la situación no luce fácil, ya que existe desconfianza por parte de la gente de Mireles, con todo y el presunto pacto que recientemente se ha establecido entre las autodefensas y el gobierno del estado: “ese pacto era un acuerdo que ya teníamos [las autodefensas] con el gobierno federal. Sí lo íbamos a hacer, pero cuando hubiesen detenido al último de los Templarios. Así que se adelantaron a los acontecimientos”.
Así que para los que celebran lo informado en medios de comunicación, relativo a la regulación –e incluso desarme- de autodefensas y al restablecimiento del orden por parte del estado, Mireles señala que todavía falta mucho. Lo visto hasta ahora sólo es “teatro”: “Nadie se va a desarmar. De hecho el pacto es para que los que quieran seguir armados lo hagan ya legalmente mediante la estructura de defensas rurales. Porque el pacto que teníamos nosotros era que se iban a eliminar las policías municipales de todo Michoacán e iban a llamarse policía estatal y que la policía estatal de cada municipio iba a estar integrada por todas las autodefensas y comunitarios que desearan pertenecer a esos cuerpos de seguridad”.
A decir de Mireles, la presunta institucionalización de las autodefensas sólo puede darse cuando se “limpie” el Estado, “antes no va a servir”. La presunta regulación de armas utilizadas por las autodefensas “es una burla de mis propios compañeros hacia el Gobierno federal ir a registrar una pistolita que no usan en las autodefensas. Están burlándose unos de otros. No hay algo realmente formal, todo es teatro”.
El futuro de las autodefensas en Michoacán luce incierto, parece que ni el propio Mireles sabe cuándo será el fin de su lucha, ni aun cuando se logré la detención de los siete cabecillas que él señala como líderes de los Caballeros templarios: “Todo el Estado está contaminado por el crimen organizado”.
De una posible incursión en la política, ni hablar “ni me interesa”.
