Actualmente la publicidad se ha vuelto omnipresente: a cualquier lado a donde se voltee -ya sea de camino al trabajo, a la escuela, cerca de tu casa o al revisar tu celular o tu correo electrónico- habrá una marca tratando de convencernos de lo maravilloso que es su producto.
Comerciales en la televisión, espectaculares, infomerciales, inserciones en los medios impresos/digitales y un largo etcétera. La saturación es tanta que nuestro cerebro muchas veces decide ignorarlas naturalmente, dando por sentado que la inundación de publicidad sea algo común y corriente.
¿Pero qué pasa cuando los anuncios publicitarios se llegan a conjuntar con otro tipo de contenidos y dan un mensaje totalmente diferente? Ahí si es imposible saltárselos, ya que pueden llegar a tener resultados muy graciosos o incluso irónicos. Es por eso que aquí reunimos algunos de los mejores momentos donde la publicidad se volvió inoportuna:
Si no entienden éste, les recomendamos que busquen el significado de la expresión “correrse” en castellano.
¡Lo es!
Al parecer éste no fue una coincidencia.
¿Recuerdan esta película de Javier Bardem? Si no lo hacen, trata de una persona tetrapléjica que decide morir a través de la eutanasia.
¿Ustedes se han encontrado alguno de éstos casos?
Via Strambotic.