Cuando fue aprobada la reforma energética, todos nos preguntábamos quiénes tendrían la fuerza suficiente para enfrentar algunos de sus efectos. ¿Serían los campesinos afectados, los pequeños empresarios, los políticos de oposición? Nada de eso. La primera en lograr escapar a los efectos de la reforma energética es una empresa minera.
La empresa Altos Hornos de México, una de esas compañías tan polémicas como las petroleras dadas sus capacidades para extraer recursos naturales sin pagar básicamente nada a los mexicanos, dio esta tarde el primer golpe contra la reforma energética luego de que un juzgado federal le concediera la suspensión definitiva de sus efectos sobre los terrenos que posee.
En particular, Altos Hornos de México estaba interesada en evitar lo previsto en el artículo 27 de la Ley de Hidrocarburos, donde quedaba claro que, de encontrarse gas o petróleo en el terreno de una minera, ésta se vería obligada a negociar con una empresa petrolera para determinar la forma en la que compartirían el terreno.
En otras palabras, Altos Hornos de México no está forzada a dejar entrar empresas energéticas a ningún lugar que posea.
Cuando la reforma energética fue promulgada, se temía que las empresas petroleras actuaran como las mineras, que pagan apenas el 4% de utilidad de todo lo extraído. Básicamente, usan los recursos del subsuelo mexicano gratis.
Ahora ha quedado claro su poder, aun por encima de las temidas concesionarias de gas y petróleo. También ha quedado claro que, de los efectos de la reforma, capaces de dejar a los campesinos sin tierra, sólo pueden escapar los más poderosos.
Estas suspensión marca un precedente, aunque por la naturaleza explotadora de la empresa, queda por determinar qué tan esperanzador es.
