Resulta que hace algunas semanas los trabajadores de una planta fabricadora de vacunas en Baltimore, Estados Unidos, mezclaron por accidente los ingredientes y contaminaron hasta 15 millones de dosis de la vacuna de Johnson & Johnson.
Esto provocó que se retrasara la autorización de las líneas de producción de la planta y por lo tanto se retrasaran también los planes de entrega de vacunas, principalmente a Estados Unidos.
¿Qué pasó?
The New York Times explica que la planta está a cargo de un socio de fabricación de Johnson & Johnson y AstraZeneca, Emergent BioSolutions. Se sabe que todo se trató de un error humano pero ninguna de esas dosis salieron de la planta ni fueron entregadas y mucho menos aplicadas.
Toda las dosis que actualmente circulan y se aplican en Estados Unidos llegaron en de los Países Bajos, donde se fabricaron y envasaron. Todas las operaciones para estas dosis de Johnson & Johnson fueron aprobadas por completo por los reguladores federales.
El asunto es que se esperaban envíos adicionales de esta vacuna para el siguiente mes y provendrían de la planta en Baltimore, entregas que ahora están en ‘veremos’ hasta que se resuelvan los problemas de control de calidad.
El pasado 2 de marzo el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, aseguró que el país tendría suficientes dosis para vacunar a todos los adultos a finales de mayo.
En ese discurso el mandatario explicó que su gobierno había dado apoyo a Johnson & Johnson para fabricar vacunas las 24 horas del día en su planta en Baltimore. Este anunció llegó dos días antes de que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), le diera a la farmacéutica la autorización de emergencia para su vacuna, la cual solo requiere una dosis.