Un dictamen realizado por la PGR ayuda a develar lo sucedido en la matanza de 22 presuntos delincuentes ocurrida en junio pasado en el municipio de Tlatlaya, Estado de México. De acuerdo con esta información, se puede confirmar que los militares que efectuaron las ejecuciones manipularon la evidencia y alteraron las pruebas del delito.
El dictamen en criminalística de campo realizado por especialistas forenses de la PGR no solo reveló la maniobra de los elementos del Ejército, sino también el encubrimiento de la Procuraduría General de Justicia del Edomex (PGJEM).
De acuerdo con una causa penal del Juzgado Cuarto de Distrito en Procesos Penales de Toluca, en su primer dictamen la PGJEM dio visto bueno a la versión de los hechos ofrecida por el Ejército, que ocultaba la alteración de evidencias. El reporte realizado desde el 30 de junio y que difundió esta procuraduría dice:
“Por las observaciones realizadas en el lugar de la investigación, se determina que éste sí fue preservado en su estadio original, momentos previos a nuestra intervención criminalística, lo que se corrobora, ya que a nuestro arribo al lugar se encontraba resguardado por elementos del Ejército Mexicano.
“Tomando en cuenta la localización y ubicación de los cuerpos que presentaron los hoy occisos en el interior de la bodega, se determina que éstas sí corresponden a las últimas y originales al ocurrirles su deceso, lo que se corrobora por la presencia de los indicios biológicos por debajo de sus respectivos cuerpos (manchas hemáticas), así como por la ubicación de las livideces en los cuerpos”.
Sin embargo, tiempo después la PGR encargó el dictamen en criminalística de campo, y allí fue donde sí se señaló la alteración de la escena del crimen, y la omisión de la PGJEM.
“Se puede determinar que las posiciones que guardaban los cuerpos en el lugar en el momento de la intervención del personal de la PGJEM, no corresponde con la posición final al momento de ocurrirles la muerte. En consecuencia, los objetos asegurados tampoco conservan su situación y posición originales.
“Cabe señalar que de acuerdo con el dictamen médico, las lesiones que presentaron los 22 cadáveres se ubicaron en su mayoría en tórax y abdomen, y que por su gravedad conllevaron una muerte inmediata, por lo que estaban imposibilitados para realizar desplazamientos por sí mismos, posteriores a ser lesionados”.
Además de los testimonios de tres mujeres que estaban en el lugar de los hechos, este dictamen es fundamental en las pruebas dadas por la PGR al Juzgado federal que lleva el juicio por homicidio y encubrimiento contra siete soldados involucrados y que actualmente están presos.